En tierra sagrada (Parte 2)
La segunda parte del entrenamiento se hace con balón, a diferencia de lo que se hacía hace un año. Para soltar se forman grupos de 3 que hacen trenzas sin definición, sólo traslado. Todo el tiempo corren. Despúes el grupo se dividió en 4 equipos de 6: blanco, naranja, azul y verde. No había arqueros, estaban con Rayo haciendo trabajo específico. El blanco y el azul fueron los que más llamaron la atención. El blanco tenía a Hernández y a Milton, el azul a Vásquez, Serna y Herrera. Milton fue el de mejor definición en un arco de un metro entre palo y palo. Estaba muy preciso - ¿pero por qué no los hizo en la Mustang?. Los pases de Hernández fueron exactos y de primera. También definió bien. El azul era tremendo porque era el que más entusiasmado estaba y cantaba los goles a rabiar. Pronto los demás equipos se contagiaron y empezaron también a celebrar los goles con todo. Al final, el blanco quedó invicto.
Llamó la atención que Herrera está completamente recuperado, de hecho se le ve mejor que antes, porque no solo definió sino que pasó y gambeteó. El más calidoso es Sebastián Hernández: preciso, rápido, definidor y pasador. El líder definitivamente es el pelao Vásquez, todo lo corre, apoya y celebra los goles como si estuviera jugando la final del Mundial del Clubes. En defensa, fue muy efectivo Arrechea, cortando todo ataque de los rivales. Definitivamente los jugadores se entienden en espacio reducido cuando se les da la gana jugar.
Ya Carrillo y Herrera están entrenando con los demás. Al vallenato le falta, debe ser porque su lesión le impide que recupere pronto la propiocepción que le da las condiciones innatas de jugador técnico y gambeteador. Carrillo necesita fútbol para recuperar la confianza. Es un jugador necesario para el equipo y hay que esperarlo. Herrera, por su parte, parece estar listo, es diferente a Carrillo porque es un jugador de área, de choque y menos gambeta.
Haciendo trabajo con la fisioterapéuta se encuentran Anderson Paredes y Diego Valdés. Anderson fortaleciendo rodilla y Valdés caminando con una muleta después de su lesión de cruzados. Járol Herrera no se dejó ver. Han estado por ahí rondando Juan Pablo Ramírez recuperándose de su lesión y Wilman Conde que no estuvo con el grupo ayer pero hoy sí. Frangipane no estuvo a pesar de que está practicamente confirmado.
Entre partido y partido, los jugadores iban hasta una pequeña loma y la subían rápido, bajaban y repetían. Un trabajo aeróbico completo, el plantel siempre estuvo en movimiento. Al final el médico Albarracín comentó sobre la evolución del pelao Serna que está completamente habilitado para jugar. Mientras tanto sólo se monitoriza con un Polar de última generación. "Aquí a todos los jugadores contratados se les hace electro y ecocardiograma de base." dijo el galeno. Según explicaba, con este tipo de exámenes se disminuye muchísimo la posibilidad de un evento cardiovascular súbito. Además se hizo un análisis completo con un cardiólogo que también dió el visto bueno.
En la mañana de hoy el grupo se dividió en dos. Unos fueron a entrenamiento con Carreño y los otros fueron con González y Fuentes. En el grupo del DT estuvieron Tapia, Hernández, Carrillo, Herrera, los dos Hurtados, Montero, Herman, Villarreal, Córdoba y Castillo. La idea era trabajo ofensivo repetitivo. El ejercicio consistía en desborde por derecha, centro al área para que los delanteros llegaran al primer y segundo palo. Carreño también les insistía en la improvisación. Las mejores definiciones fueron las de Tapia y Herrera. Montero también se jaló una que otra definición calidosa. Mientras tanto Castillo les hablaba: "Tapia es un jugador de altura, sólo hace goles en Bogotá" y después se burlaba y le tapaba el tiro. Tapia también se reía pero se motivó y empezó a patear más fuerte y con mayor precisión. A Carrillo le decía que hablaba mucho, en fin... Todos estaban que le callaban la boca a Castillo y el entreno aunque estuvo animado, tuvo mayor actitud competitiva cuando "Brecas" se las empezó a montar. Córdoba también habló y los puso nerviosos. Probablemente una estrategia del cuerpo técnico para que el plantel gane en personalidad. Después hubo sesión de tiro libre sin barrera. Los arqueros ganaron el duelo. Para terminar, Córdoba y Castillo animaron a unos pelaos de las inferiores para que le taparan tiros a los profesionales, varios de los del otro grupo se acercaron a patear. Al final los pelaos se lucieron y Córdoba y Brecas les regalaron los guantes.
En el grupo de González y Fuentes se trabajó presión y reacción. Desde la media cancha un jugador lanzaba un balón aéreo, un defensa rechazaba con un cabezazo y salía inmediatamente a presionar al jugador que buscaba el gol (casi todos volantes de primera). Al principio la defensa no reaccionaba y se quedaba estática cuando rechazaba el balón, pero después de la insistencia de González de "no dejés pensar al rival", la defensa empezó a apretar. El segundo ejercicio fue similar pero con dos delanteros y dos defensas.
La jornada terminó con Herrera quedándose a practicar el cabezazo. Lo asistieron como arqueros los pelaos que se ganaron los guantes.
En cuanto a actitud, Carreño está pendiente de aquél que no esté metido en el cuento. Lo impulsa siempre a que esté unido al grupo. Además recorre todos los grupos de entrenamiento y habla y motiva a cada uno de los jugadores. Las explicaciones que da son claras, y él mismo da los ejemplos. Se nota que como jugador tuvo una calidad excepcional. Fuentes y González no comen cuento y los ponen a todos a entrenar parejo. No hay tiempo para la joda, cada minuto tiene su objetivo en el plan del día.
Cada uno de los futbolistas corrió, a pesar del calor de Pance. La concentración en el entrenamiento fue completa. Se está haciendo una buena labor.
Mañana, fútbol.
Tema libre.
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