Obelisco - Cultura Alternativa del Fútbol - Deportivo Cali

jueves, julio 03, 2008

Pirámide invertida

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Semestre a semestre el Cali sufre cada vez más para acceder a un título en el FPC. La directiva cambió hace poco más de 2 años con la promesa de nuevas costumbres en el Cali, especialmente evitar el reciclaje de técnicos, pero su estrategia no dió resultado. En la era Arias, era común presenciar modificaciones en el cuerpo técnico con cada fracaso, uno nuevo subía, hacía una campaña buena o no y posteriormente salía al no poder conseguir el objetivo. Hay un sólo patrón que persiste a través de los dos ciclos dirigenciales.

La línea de vida de los jugadores es particularmente inestable en el Glorioso. En la pretemporada, todos luchan por un puesto, muestran sus mejores condiciones para que el técnico los tenga en cuenta, y si se trata de uno nuevo es todavía más teatral. En las primeras fechas el Cali es arrasador, con el pasar de los meses va perdiendo poco a poco su dinámica, los rumores empiezan a rondar, el equipo disgusta a la hinchada con su actitud, todos se preguntan qué pasa.... Llegan las finales y los jugadores simplemente ya no son los mismos de principio de temporada. El fracaso no se hace esperar sumado a la renuncia o cesación de contrato del técnico de turno. El círculo se cierra.

El aprendizaje llega con Sarmiento. Un técnico no tan querido por parte de la hinchada por su oscuro pasado y forma temerosa de jugar. Pasó por la cárcel, pagó su condena y sacó al Cali campeón con menos de lo que otros tuvieron. Posiblemente el paisa ya está a paz y salvo con el equipo. La diferencia en la campaña II-2005 y 1-2006 fue el gran trabajo táctico y la mano dura con los jugadores. En el II-2005 Sarmiento se la jugó con los de talento, ellos decidieron rendirle y el campeonato se ganó con cierta facilidad. En el I-2006 hubo problemas, Sarmiento los denunció y varios jugadores fueron separados del plantel. Milagrosamente el mismo Cali revivió poco tiempo después del castigo. Los jugadores separados retornaron nuevamente con otra actitud y se consiguió el acceso a la final, pero las viejas costumbres no se olvidaron y prefirieron la derrota a ceder terreno económico en pos del Club y la hinchada. Al final, Sarmiento no pudo contra toda la red sindical.

Casi todos los técnicos colombianos han pasado por el Cali. La nueva Junta prefirió los extranjeros y los resultados fueron nefastos. A Labruna le caminaron un tiempo, luego decidieron que no era conveniente para ellos acceder a la final, después simplemente no tuvieron el profesionalismo para intentar una clasificación al octogonal. Labruna también sale por la puerta de atrás, aunque con culpa por su pobrísimo trabajo táctico. Llega Otero, tampoco le hacen caso y a los 3 meses estaba buscando trabajo. Con Carreño se rebelaron, una vez salió se produjo la metamorfosis de un Cali que nunca se vio en el semestre. Los jugadores mandan en la institución.

La presión de la hinchada se centra eminentemente en lo deportivo. El estadio se podrá demorar 10 años más, pero nadie irá a increpar a los miembros de la Junta por eso, mientras que una goleada con el DIM o el Bucaramanga de Luna producen un malestar terrible y llevan a la gente a tomar medidas desesperadas. Los jugadores saben que tienen todas las de ganar porque hay un sindicato (ACOLFUTPRO) que los proteje, además son un activo muy importante para el Club y por eso no pueden ser despedidos con tanta facilidad.
Entonces la culpa recae siempre en el trabajo del técnico mientras ellos se excusan en malas rachas, mala suerte, desconcentraciones y demás payasadas. Después, salen hablando pestes de la institución que los formó. El Club perdería mucho dinero si decidiera sacar a toda una nómina, las condiciones económicas ahora no lo permiten.

La pirámide organizativa del Cali tiene entonces a los jugadores arriba, con el mando del equipo, decidiendo qué técnico se va o se queda y si la Junta puede trabajar o no. Por debajo de ellos están los "socios" con intereses políticos. Aquellos rondan los entrenamientos, mirando qué dividendos pueden sacar si el Cali fracasa. Después están los directivos, que tratan de armar un equipo, hacen lo posible por cumplir con los objetivos, pero que tienen que esperar si sus empleados están de ánimo para cumplir. Además, tienen que gambetear las artimañas de sus enemigos políticos. Afortunada o desafortudamente sólo un 75% de los socios pueden vetarlos, la hinchada nada puede hacer en caso de una equivocación en la elección de directivos pusilánimes. Pueden atornillarse a su silla por los 4 años por más que la hinchada solicite su renuncia. Por último está el técnico, que viene con las mejores intenciones pero que si no es de la simpatía del plantel, fracasará sin atenuantes y será el primero en salir. La fanaticada siempre será la primera en pedir la cabeza del técnico cuando los resultados no se dan.

La novela del "Cheché" se acabó y definitivamente no va a venir. Las opciones que quedan no convencen a nadie por más colombianos que sean (Osma y Suárez). Igual, el Cali no ofrece unas condiciones de trabajo aptas para el triunfo. Una empresa con trabajadores (jugadores) que le hacen caso a su jefe (DT) sólo cuando les da la gana no puede salir adelante. Tienen que existir recursos para reprender a aquellos que no deseen trabajar de acuerdo a su salario y capacidad futbolística. Además, asignarles la responsabilidad que les corresponde en el fracaso.

La hinchada y las directivas tienen la misión este semestre de aprender de los errores del pasado. Al técnico que venga hay que arroparlo. La hinchada con paciencia y criterio; la Junta estando atenta a lo que sus enemigos políticos estén urdiendo y a la vez separando o reprendiendo a los jugadores de tal manera que pierdan para siempre el mal hábito de "pararse" en la cancha. Y de forma transversal, hacerle entender a todos los empleados del equipo lo que representa pertenecer a la institución deportiva más importante de Colombia. Quitarles de la cabeza que están ahí sólo por el dinero. El Cali es muchísimo más y vale trabajar por él.

Temas

1. ¿Son los jugadores los que han manejado al equipo en los últimos años?
2. ¿Qué pueden hacer la Junta y los hinchas para "normalizar" la pirámide organizativa?
3. ¿Están dadas las condiciones para que el próximo técnico triunfe en el Cali?

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