Rompió el saco
---
Está claro para el país futbolístico que la prensa más dañina es la bogotana. La de Cali, por lo menos apoya a uno de los equipos que eran de Cali - el del narcotráfico para ser más claros - y la de Medellín apoya más a uno que a otro, pero al fin y al cabo está ahí para los dos.
Las primeras señas de la exagerada ingerencia de la prensa en el deporte rey este semestre se vieron con las críticas histéricas de Mario Vanemerack a principio de temporada, cuando nada le salía bien. El técnico de Millonarios amenazó con "sacarles los trapitos al sol", al fin y al cabo es un hombre de fútbol y sabe como se manejaron las cosas en la época más oscura del fútbol profesional colombiano. La prensa, en cabeza del presidente de la ACORD, Carlos Antonio Vélez publicaron una enérgica protesta solicitándole a Vanemerack que presentara las pruebas pertinentes. Por algún motivo, Vanemerack se retractó y la prensa salió victoriosa. Pero quedó un sabor amargo.
El siguiente episodio también tiene como protagonista a Carlos Antonio Vélez. Antes de que su ego fuera tan grande como el Monte Everest, el periodista de la cadena RCN hacía buenas campañas y tenía conceptos interesantes sobre el torneo nacional. Con la popularidad y la fama sus buenas campañas se fueron amañando cada vez más y las críticas poco constructivas a los equipos de la capital cada vez más punzantes y agresivas. La última fue la del ¨Ferrari" Santa Fe.
El cardenal bogotano no gana nada hace como 100 años y por ende no tiene ni hinchada ni periodismo que lo defiendan. Por las mismas barras bravas y el periodismo negativo los antiguos y buenos hinchas del albirrojo huyeron de los estadios y no quedó nada. Fuera de eso, el periodismo bogotano está invadido de personas que no son propias de la plaza y que, mal que bien, no tienen el sentimiento santafereño. Pues Don Carlos Antonio aprovechó el momento y tomó las banderas del equipo y se aprovechó de la buena voluntad de los pocos fanáticos que le quedan al Santa Fe. La presión negativa que conlleva llamarle "Ferrari" (cualquier parecido con el episodio "Dream Team" no es pura coincidencia) a un equipo recién formado sumado al odio manifiesto al director técnico Fernando Castro genera un pésimo ambiente dentro de la propia hinchada, a pesar de los buenos resultados del Expreso Rojo (ha sido líder desde el comienzo de la Mustang I). Las consecuencias son dramáticas y terminan con amenazas de muerte al técnico Castro y a la violencia física contra los propios jugadores del equipo. Castro en una jugada política para enmarcar, habló ante los medios exponiendo los resultados de un periodismo que destruye y genera violencia. Carlos Antonio Vélez tuvo que recular, abandonar su pésima campaña de "apoyo" y bajarle el tono a los comentarios contra el técnico de Santa Fe. Obviamente después se hizo la víctima diciendo que había otros periodistas que querían dañarle o apropiarse de la campaña. Que antes de que empezara dicho proyecto el Santa Fe era último y que gracias a eso era primero. Cosa que hace recordar a cierto otro "periodista" que cree que hablando con los técnicos 15 minutos antes de cada partido les soluciona los problemas y le gana los partidos.
Lo que tanto se ha denunciado en la Cultura Alternativa se está teniendo en cuenta. El joven comunicador Thomas Sparrow en una excelente columna en Futbolred hace una crítica ácida pero justa de lo que es el periodista deportivo en la actualidad. Dice, con toda razón, que aquellos se han convertido en seres que le sirven a una controversia y polémica parcializada que le hace daño a todas las instancias a las que involucran. También hace alusión al periodismo de Internet, al que sólo quiere la declaración y no informa ni investiga nada.
Causa un tremendo malestar que existan periodistas que hagan campaña para que ciertas personas (dueños) dejen a algunos equipos (que los liberen dicen algunos) y no se interrogue quiénes son esas personas, por qué están ahí en primer lugar y cuál ha sido su injerencia a través de la historia del balompié colombiano. Porque la violencia del fútbol no empieza ni termina aquí. El origen está en la injusticia e impunidad que ha reinado en el FPC desde finales de los 70s, cuando el crimen se apoderó del deporte preferido de los colombianos. Ni siquiera con libros publicados de los protagonistas, pruebas en la fiscalía, imágenes de delincuentes capturados en las sedes de ciertos equipos, el periodismo se ha inmutado y ha hecho la tarea de investigar qué pasó, con la estúpida excusa de que ¨es muy difícil". Mientras tanto, los arbitrajes siguen siendo blanco de críticas, los delincuentes son cada vez más en las tribunas, los campeonatos no tienen credibilidad y la violencia se expande fuera de los estadios.
El precedente ya lo sentó el señor Castro, y el periodismo deportivo bogotano ya está dando un vuelco total. Con comunicadores, que aunque sin saber mucho de fútbol, apoyan irrestrictamente a los equipos de la ciudad. La prensa abusó y con su avaricia, queriendo todo para ellos y sus patrocinadores, rompieron el saco.
Temas
1. ¿Qué tanto afecta la presión negativa como los "Ferraris" y "Dream Team" a un equipo de fútbol?
2. ¿Las declaraciones de Fernando Castro contra Carlos Antonio Vélez sientan un precedente?
3. ¿Es el momento adecuado para que el equipo tome una postura fuerte pero diplomática contra la prensa "delincuencial" caleña?
4. ¿Por qué no se dá el fenómeno de prensa positiva para el Deportivo Cali en la ciudad?
Obelisco
PS: Los participantes del Caligol que deseen tener la planilla de pronósticos de todos los demás participantes por favor escríbanme un correo haciendo dicha solicitud.
Las primeras señas de la exagerada ingerencia de la prensa en el deporte rey este semestre se vieron con las críticas histéricas de Mario Vanemerack a principio de temporada, cuando nada le salía bien. El técnico de Millonarios amenazó con "sacarles los trapitos al sol", al fin y al cabo es un hombre de fútbol y sabe como se manejaron las cosas en la época más oscura del fútbol profesional colombiano. La prensa, en cabeza del presidente de la ACORD, Carlos Antonio Vélez publicaron una enérgica protesta solicitándole a Vanemerack que presentara las pruebas pertinentes. Por algún motivo, Vanemerack se retractó y la prensa salió victoriosa. Pero quedó un sabor amargo.
El siguiente episodio también tiene como protagonista a Carlos Antonio Vélez. Antes de que su ego fuera tan grande como el Monte Everest, el periodista de la cadena RCN hacía buenas campañas y tenía conceptos interesantes sobre el torneo nacional. Con la popularidad y la fama sus buenas campañas se fueron amañando cada vez más y las críticas poco constructivas a los equipos de la capital cada vez más punzantes y agresivas. La última fue la del ¨Ferrari" Santa Fe.
El cardenal bogotano no gana nada hace como 100 años y por ende no tiene ni hinchada ni periodismo que lo defiendan. Por las mismas barras bravas y el periodismo negativo los antiguos y buenos hinchas del albirrojo huyeron de los estadios y no quedó nada. Fuera de eso, el periodismo bogotano está invadido de personas que no son propias de la plaza y que, mal que bien, no tienen el sentimiento santafereño. Pues Don Carlos Antonio aprovechó el momento y tomó las banderas del equipo y se aprovechó de la buena voluntad de los pocos fanáticos que le quedan al Santa Fe. La presión negativa que conlleva llamarle "Ferrari" (cualquier parecido con el episodio "Dream Team" no es pura coincidencia) a un equipo recién formado sumado al odio manifiesto al director técnico Fernando Castro genera un pésimo ambiente dentro de la propia hinchada, a pesar de los buenos resultados del Expreso Rojo (ha sido líder desde el comienzo de la Mustang I). Las consecuencias son dramáticas y terminan con amenazas de muerte al técnico Castro y a la violencia física contra los propios jugadores del equipo. Castro en una jugada política para enmarcar, habló ante los medios exponiendo los resultados de un periodismo que destruye y genera violencia. Carlos Antonio Vélez tuvo que recular, abandonar su pésima campaña de "apoyo" y bajarle el tono a los comentarios contra el técnico de Santa Fe. Obviamente después se hizo la víctima diciendo que había otros periodistas que querían dañarle o apropiarse de la campaña. Que antes de que empezara dicho proyecto el Santa Fe era último y que gracias a eso era primero. Cosa que hace recordar a cierto otro "periodista" que cree que hablando con los técnicos 15 minutos antes de cada partido les soluciona los problemas y le gana los partidos.
Lo que tanto se ha denunciado en la Cultura Alternativa se está teniendo en cuenta. El joven comunicador Thomas Sparrow en una excelente columna en Futbolred hace una crítica ácida pero justa de lo que es el periodista deportivo en la actualidad. Dice, con toda razón, que aquellos se han convertido en seres que le sirven a una controversia y polémica parcializada que le hace daño a todas las instancias a las que involucran. También hace alusión al periodismo de Internet, al que sólo quiere la declaración y no informa ni investiga nada.
Causa un tremendo malestar que existan periodistas que hagan campaña para que ciertas personas (dueños) dejen a algunos equipos (que los liberen dicen algunos) y no se interrogue quiénes son esas personas, por qué están ahí en primer lugar y cuál ha sido su injerencia a través de la historia del balompié colombiano. Porque la violencia del fútbol no empieza ni termina aquí. El origen está en la injusticia e impunidad que ha reinado en el FPC desde finales de los 70s, cuando el crimen se apoderó del deporte preferido de los colombianos. Ni siquiera con libros publicados de los protagonistas, pruebas en la fiscalía, imágenes de delincuentes capturados en las sedes de ciertos equipos, el periodismo se ha inmutado y ha hecho la tarea de investigar qué pasó, con la estúpida excusa de que ¨es muy difícil". Mientras tanto, los arbitrajes siguen siendo blanco de críticas, los delincuentes son cada vez más en las tribunas, los campeonatos no tienen credibilidad y la violencia se expande fuera de los estadios.
El precedente ya lo sentó el señor Castro, y el periodismo deportivo bogotano ya está dando un vuelco total. Con comunicadores, que aunque sin saber mucho de fútbol, apoyan irrestrictamente a los equipos de la ciudad. La prensa abusó y con su avaricia, queriendo todo para ellos y sus patrocinadores, rompieron el saco.
Temas
1. ¿Qué tanto afecta la presión negativa como los "Ferraris" y "Dream Team" a un equipo de fútbol?
2. ¿Las declaraciones de Fernando Castro contra Carlos Antonio Vélez sientan un precedente?
3. ¿Es el momento adecuado para que el equipo tome una postura fuerte pero diplomática contra la prensa "delincuencial" caleña?
4. ¿Por qué no se dá el fenómeno de prensa positiva para el Deportivo Cali en la ciudad?
Obelisco
PS: Los participantes del Caligol que deseen tener la planilla de pronósticos de todos los demás participantes por favor escríbanme un correo haciendo dicha solicitud.
Etiquetas: editorial, periodismo
<< a Obelisco