Una segunda oportunidad
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Llega Néstor Otero a la dirección técnica del Deportivo Cali en condiciones adversas. El equipo no se encuentra en una posición agradable en la tabla de la Mustang II. Los chismes, habladurías y mala leche de la prensa "especializada" rodearon la contratación del nuevo entrenador.
Las razones del cambio a mitad de temporada fueron claras: el Superdépor no mostraba un fútbol a la altura de su historia debido en gran parte a la terquedad de Omar Labruna. Los resultados poco a poco fueron mostrando que el fútbol del gaucho no iba a llevar al Glorioso a un título. Lo deja en la posición 12 de la tabla y fracasa en sus dos intentos anteriores.
La Junta Directiva tiene la obligación de mostrar resultados y los fracasos de Labruna los dejaron sin espacio para la equivocación. Este semestre no se puede perder. El técnico a traer tenía que conocer el medio colombiano (para evitar la adaptación), la idiosincrasia del jugador vallecaucano y tener los pergaminos necesarios para asumir el mando del único club. En la baraja estuvieron también Eduardo Lara y Hernán Gómez.
Hay que anotar, que los últimos campeones del FPC han ganado más por orden que por cualquier otra cosa. El fútbol mostrado por Nacional, Cúcuta, Pasto e inclusive el Cali, no era vistoso, ofensivo y bien jugado. Era más bien táctico, precavido, hasta timorato. Con este fútbol alcanza para el FPC, pero para una gesta internacional, tal como están concebidas después de lo del Once Caldas, es muy difícil a menos que se tenga la suerte de una eliminatoria cómoda.
La urgencia de la Junta en este momento es el título y el cupo a Copa. Con Otero se sacrifica bastante en filosofía ofensiva y juego lírico pero se gana mucho en orden y trabajo táctico, y esa es la estrategia ganadora en los últimos torneos cortos.
Otero, ya había tenido su oportunidad en el Verdiblanco, después del fracaso del Green Team. Era un técnico joven y poco experimentado. Después del equipo de Luis Fernando Suárez, la prensa corporativa estaba envalentonada y se fue en contra de la institución peor que en otras épocas. Otero terminó pagando los platos rotos.
El esquema de juego era un 4-3-1-2. Óscar Rentería le daba palo todos los días al medio día porque insistía que era una cobardía salir con línea de tres en el medio campo, jugando de local. Él, que de táctica no ha entendido nunca, se la dedicó al "Matemático" y le echó a la hinchada en contra. Jugadores de la talla de Jairo Patiño fracasaron en esa escuadra y Otero se fue por la puerta de atrás para dejarle el puesto a "Pecoso" Castro.
Han pasado 6 años y las circunstancias no son tan distintas. Otero ha tenido buenas experiencias en equipos chicos como Pasto y Huila, pero aún no ha ganado nada. En declaraciones del Presidente Otoya en Antena2 esta mañana, se mencionó que un periodista de Neiva se la tenía montada a Otero y que ésa fue una de las razones por las cuales estaba aburrido. Motivo de preocupación porque la prensa huilense no debe ser ni un cuarto de lo malintencionada y amarillista que la caleña. De hecho, Rentería debe estarse frotando las manos con la noticia, sabiendo que con duras críticas (justas o no) ganará mucha más audiencia.
A pesar del esfuerzo por el cambio de mentalidad en el hincha verdiblanco, el grueso todavía escucha a la prensa corporativa, y es más destructivo que constructivo. El apoyo total es la minoría. El Cali está urgido de puntos y el hincha no va a perdonar que el Cali siga jugando mal cualesquiera que sean los motivos. Otero no es un técnico que tenga los suficientes pergaminos como para "ganarse" el respeto absoluto de la parcial azucarera, y ante cualquier tropiezo, el segundo piso se va a hacer sentir. Además, viene con el compromiso de ser campeón.
Labruna hizo lo mismo a principios de 2007, prometió campeonato. Se puso encima mucha presión. En el Cali, esa siempre será la situación por tratarse de un equipo grande; aquí no viene ningún técnico pensando en quedar segundo. Unos dirán que es echarse la soga al cuello y abortar un proceso a largo plazo si no se consigue la meta del título. Otros dirán que es excelente por el compromiso público que hace el técnico con su hinchada. De todas formas, Otero ya se comprometió con el título, pero que se concentre por el momento en darle forma al equipo para que consiga los puntos suficientes para pelear la semifinal. No hay excusas para el fracaso en la Mustang II/2007.
El vallecaucano está aquí y tiene que aprovechar los recursos que le brinda la institución. Tiene una nómina balanceada, con jugadores de alto nivel técnico. Las mejores instalaciones y recursos deportivos están a su disposición. Otero ha llegado con mucho entusiasmo, y con ganas de trabajar y triunfar. Para que este proyecto funcione muchas cosas dependen de él, pero tiene que existir un trabajo conjunto con hinchada y directivas.
De Otero depende el trabajo en semana. Lo primero que tiene que arreglar es el asunto defensivo. Los movimientos tienen que ser coordinados, la marcación tiene que ser con perfil y referencia al balón para evitar faltas cerca del área; y trabajar con los defensas centrales y laterales la salida en largo y el cambio de frente. En el medio campo hay que trabajar la ida y vuelta, con regreso rápido por detrás de la línea del balón, recuperando y pasando bien. También hay que empezar a juntar a los talentosos del equipo: Frangipane, Montero, Milton y Cornejo tienen que moverse y pasar de memoria. Viveros, Caicedo o cualquier otro de la línea de volantes tiene que ser un soporte efectivo para la ofensiva Verdiblanca, buscando el espacio libre, oxigenando la zona medular y llegando con sorpresa al arco contrario.
En lo motivacional, hay que meterle en la cabeza a todo el plantel que juegan para ser campeones. Este semestre ese ideal está embolatado; los jugadores están distraídos. La preocupación ha sido más por no perder, o tratar de ganar de locales, que la meta final: el título. Para esto, Otero se la tiene que jugar por ellos. Ni la prensa ni la hinchada pueden tocar a sus jugadores. Tiene que ser la barrera que rechaza todos los tiros libres de la crítica. La tranquilidad del plantel es importantísima y Otero es el primero que la tiene que brindar.
Al segundo piso hay que bravearlo, salir a la pista y calmarlo. Una cosa es gritarle a alguien que da su espalda y a otro que sale a tranquilizar y organizar la hinchada. Algo así como lo que hizo Sarmiento el día que debutó Roland de la Cruz, y el Segundo lo chifló de entrada por un mal pase. El paisa salió y dio la cara a los socios, los hizo reflexionar para que apoyaran al nuevo jugador de la cantera. Se necesita mucha personalidad para estar en el banco azucarero. A los técnicos débiles de espíritu se los come el Segundo en un partido.
Desde la parte institucional hay que crear una estrategia para proteger a Néstor Otero de la mala intención de la prensa corporativa. Se sabe que Otero es altamente influenciable por los medios. El ideal es evitar al máximo el contacto del técnico con la prensa roja. Si va a salir al aire que no sea para salir de carnada mediática. Las entrevistas tienen que ser pensadas, las ruedas de prensa organizadas al segundo. El técnico tambien debe ser intocable.
El proceso de adaptación va a existir así la nómina sea buena, con la salvedad que no puede ser largo. A diferencia de los equipos chicos donde ha trabajado, aquí no hay plazos. El partido contra el Bucaramanga no va a ser espectacular. De hecho, es posible que el Cali no juegue fútbol arte con Otero. A estas alturas interesa un buen funcionamiento y la estrella. La hinchada tendrá que ser paciente (lo más difícil). Pero que no se le vaya a ocurrir ir a perder con la Corporación porque arde Troya. No lo perdona la fanaticada azucarera. Ese resultado lo tiene que sacar adelante como sea. Si supera ese obstáculo tendrá tiempo para trabajar al equipo con calma y sacar los puntos necesarios partido a partido.
Néstor Otero no es el ideal del Deportivo Cali. Es una medida de emergencia que tiene que dar resultados. Una medida práctica. Las condiciones para triunfar en esta segunda vuelta por Cali están dadas. No puede desaprovechar esta nueva oportunidad.
La Cultura Alternativa lo acompaña al 100% en su proyecto. Es un técnico de la tierra. Mucha suerte para el "Matemático".
Temas
1. Virtudes y debilidades del nuevo técnico del Deportivo Cali.
2. ¿Qué necesita Néstor Otero para triunfar en el Cali?
3. ¿Cuál es la percepción de compromiso público de título en diciembre?
4. ¿Néstor Otero le imprimirá futbol lírico al equipo?
Imagen cortesía de clubatleticohuila.com
Las razones del cambio a mitad de temporada fueron claras: el Superdépor no mostraba un fútbol a la altura de su historia debido en gran parte a la terquedad de Omar Labruna. Los resultados poco a poco fueron mostrando que el fútbol del gaucho no iba a llevar al Glorioso a un título. Lo deja en la posición 12 de la tabla y fracasa en sus dos intentos anteriores.
La Junta Directiva tiene la obligación de mostrar resultados y los fracasos de Labruna los dejaron sin espacio para la equivocación. Este semestre no se puede perder. El técnico a traer tenía que conocer el medio colombiano (para evitar la adaptación), la idiosincrasia del jugador vallecaucano y tener los pergaminos necesarios para asumir el mando del único club. En la baraja estuvieron también Eduardo Lara y Hernán Gómez.
Hay que anotar, que los últimos campeones del FPC han ganado más por orden que por cualquier otra cosa. El fútbol mostrado por Nacional, Cúcuta, Pasto e inclusive el Cali, no era vistoso, ofensivo y bien jugado. Era más bien táctico, precavido, hasta timorato. Con este fútbol alcanza para el FPC, pero para una gesta internacional, tal como están concebidas después de lo del Once Caldas, es muy difícil a menos que se tenga la suerte de una eliminatoria cómoda.
La urgencia de la Junta en este momento es el título y el cupo a Copa. Con Otero se sacrifica bastante en filosofía ofensiva y juego lírico pero se gana mucho en orden y trabajo táctico, y esa es la estrategia ganadora en los últimos torneos cortos.
Otero, ya había tenido su oportunidad en el Verdiblanco, después del fracaso del Green Team. Era un técnico joven y poco experimentado. Después del equipo de Luis Fernando Suárez, la prensa corporativa estaba envalentonada y se fue en contra de la institución peor que en otras épocas. Otero terminó pagando los platos rotos.
El esquema de juego era un 4-3-1-2. Óscar Rentería le daba palo todos los días al medio día porque insistía que era una cobardía salir con línea de tres en el medio campo, jugando de local. Él, que de táctica no ha entendido nunca, se la dedicó al "Matemático" y le echó a la hinchada en contra. Jugadores de la talla de Jairo Patiño fracasaron en esa escuadra y Otero se fue por la puerta de atrás para dejarle el puesto a "Pecoso" Castro.
Han pasado 6 años y las circunstancias no son tan distintas. Otero ha tenido buenas experiencias en equipos chicos como Pasto y Huila, pero aún no ha ganado nada. En declaraciones del Presidente Otoya en Antena2 esta mañana, se mencionó que un periodista de Neiva se la tenía montada a Otero y que ésa fue una de las razones por las cuales estaba aburrido. Motivo de preocupación porque la prensa huilense no debe ser ni un cuarto de lo malintencionada y amarillista que la caleña. De hecho, Rentería debe estarse frotando las manos con la noticia, sabiendo que con duras críticas (justas o no) ganará mucha más audiencia.
A pesar del esfuerzo por el cambio de mentalidad en el hincha verdiblanco, el grueso todavía escucha a la prensa corporativa, y es más destructivo que constructivo. El apoyo total es la minoría. El Cali está urgido de puntos y el hincha no va a perdonar que el Cali siga jugando mal cualesquiera que sean los motivos. Otero no es un técnico que tenga los suficientes pergaminos como para "ganarse" el respeto absoluto de la parcial azucarera, y ante cualquier tropiezo, el segundo piso se va a hacer sentir. Además, viene con el compromiso de ser campeón.
Labruna hizo lo mismo a principios de 2007, prometió campeonato. Se puso encima mucha presión. En el Cali, esa siempre será la situación por tratarse de un equipo grande; aquí no viene ningún técnico pensando en quedar segundo. Unos dirán que es echarse la soga al cuello y abortar un proceso a largo plazo si no se consigue la meta del título. Otros dirán que es excelente por el compromiso público que hace el técnico con su hinchada. De todas formas, Otero ya se comprometió con el título, pero que se concentre por el momento en darle forma al equipo para que consiga los puntos suficientes para pelear la semifinal. No hay excusas para el fracaso en la Mustang II/2007.
El vallecaucano está aquí y tiene que aprovechar los recursos que le brinda la institución. Tiene una nómina balanceada, con jugadores de alto nivel técnico. Las mejores instalaciones y recursos deportivos están a su disposición. Otero ha llegado con mucho entusiasmo, y con ganas de trabajar y triunfar. Para que este proyecto funcione muchas cosas dependen de él, pero tiene que existir un trabajo conjunto con hinchada y directivas.
De Otero depende el trabajo en semana. Lo primero que tiene que arreglar es el asunto defensivo. Los movimientos tienen que ser coordinados, la marcación tiene que ser con perfil y referencia al balón para evitar faltas cerca del área; y trabajar con los defensas centrales y laterales la salida en largo y el cambio de frente. En el medio campo hay que trabajar la ida y vuelta, con regreso rápido por detrás de la línea del balón, recuperando y pasando bien. También hay que empezar a juntar a los talentosos del equipo: Frangipane, Montero, Milton y Cornejo tienen que moverse y pasar de memoria. Viveros, Caicedo o cualquier otro de la línea de volantes tiene que ser un soporte efectivo para la ofensiva Verdiblanca, buscando el espacio libre, oxigenando la zona medular y llegando con sorpresa al arco contrario.
En lo motivacional, hay que meterle en la cabeza a todo el plantel que juegan para ser campeones. Este semestre ese ideal está embolatado; los jugadores están distraídos. La preocupación ha sido más por no perder, o tratar de ganar de locales, que la meta final: el título. Para esto, Otero se la tiene que jugar por ellos. Ni la prensa ni la hinchada pueden tocar a sus jugadores. Tiene que ser la barrera que rechaza todos los tiros libres de la crítica. La tranquilidad del plantel es importantísima y Otero es el primero que la tiene que brindar.
Al segundo piso hay que bravearlo, salir a la pista y calmarlo. Una cosa es gritarle a alguien que da su espalda y a otro que sale a tranquilizar y organizar la hinchada. Algo así como lo que hizo Sarmiento el día que debutó Roland de la Cruz, y el Segundo lo chifló de entrada por un mal pase. El paisa salió y dio la cara a los socios, los hizo reflexionar para que apoyaran al nuevo jugador de la cantera. Se necesita mucha personalidad para estar en el banco azucarero. A los técnicos débiles de espíritu se los come el Segundo en un partido.
Desde la parte institucional hay que crear una estrategia para proteger a Néstor Otero de la mala intención de la prensa corporativa. Se sabe que Otero es altamente influenciable por los medios. El ideal es evitar al máximo el contacto del técnico con la prensa roja. Si va a salir al aire que no sea para salir de carnada mediática. Las entrevistas tienen que ser pensadas, las ruedas de prensa organizadas al segundo. El técnico tambien debe ser intocable.
El proceso de adaptación va a existir así la nómina sea buena, con la salvedad que no puede ser largo. A diferencia de los equipos chicos donde ha trabajado, aquí no hay plazos. El partido contra el Bucaramanga no va a ser espectacular. De hecho, es posible que el Cali no juegue fútbol arte con Otero. A estas alturas interesa un buen funcionamiento y la estrella. La hinchada tendrá que ser paciente (lo más difícil). Pero que no se le vaya a ocurrir ir a perder con la Corporación porque arde Troya. No lo perdona la fanaticada azucarera. Ese resultado lo tiene que sacar adelante como sea. Si supera ese obstáculo tendrá tiempo para trabajar al equipo con calma y sacar los puntos necesarios partido a partido.
Néstor Otero no es el ideal del Deportivo Cali. Es una medida de emergencia que tiene que dar resultados. Una medida práctica. Las condiciones para triunfar en esta segunda vuelta por Cali están dadas. No puede desaprovechar esta nueva oportunidad.
La Cultura Alternativa lo acompaña al 100% en su proyecto. Es un técnico de la tierra. Mucha suerte para el "Matemático".
Temas
1. Virtudes y debilidades del nuevo técnico del Deportivo Cali.
2. ¿Qué necesita Néstor Otero para triunfar en el Cali?
3. ¿Cuál es la percepción de compromiso público de título en diciembre?
4. ¿Néstor Otero le imprimirá futbol lírico al equipo?
Imagen cortesía de clubatleticohuila.com
Etiquetas: deportivo cali, directores técnicos, editorial, néstor otero
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