Panorama maravilloso (previa)
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Si los paisas venden a Carmelo Valencia como crack, Ricardo Serna es Cruyff, Felipe Pardo es Pelé y Freddy Montero es Maradona, y no es chiste.
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Si los paisas venden a Carmelo Valencia como crack, Ricardo Serna es Cruyff, Felipe Pardo es Pelé y Freddy Montero es Maradona, y no es chiste.
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El Cali de Labruna se ha tornado complicado, difícil y aburrido. Esta es la era que se ha caracterizado porque nada sirve. Los canteranos no tienen experiencia, los refuerzos de experiencia no pesan, el esquema de 3 hace agua y el de 4 tampoco convence, que Álvaro Domínguez y su talento fueron los culpables, que todavía no tiene gente con liderazgo en la cancha. Igual, por donde se le mire el proyecto Labruna está derrumbándose, si es por resultados, el Cali se encuentra en el puesto 12 y no ha ganado en casa, si es por funcionamiento, la desarticulación entre líneas es máxima.
Las excusas, que supuestamente se habían acabado hace como 6 meses, siguen saliendo a flote. Que las lesiones, que este campeonato no es mediocre sino que cada día se parece más a la Liga de las Estrellas con Quindío y Millonarios equiparados con el Barcelona y el Real Madrid, que todavía está de segundo en la Reclasificación, que se está a dos puntos del octavo, que faltan muchos partidos, que el equipo es "nuevo", que un día juega 20 minutos bien aquí y 15 allá, que la prensa corporativa no ayuda, que la hinchada es culpable porque no cierra los ojos.
Entonces, muy a las 6am (con repetición a las 2pm por Directv) salen unos pelaos desconocidos. Unos tales Serna y Pardo con la selección Colombia sub-17. En apenas 30 minutos demostraron todo lo que han aprendido en las inferiores del que para algunos ya no es un equipo poderoso. El primero con una derecha prodigiosa, tocando de primera, buscando el espacio vacío, con una movilidad impresionante, acompañando la jugada y definiendo. El segundo, parecido físicamente a Valenciano (en sus años mozos, lejos del Cambio Extremo), con una potencia fenomenal, rapidez, gambeta en velocidad, atrevimiento, valentía y definición sin tanto complique. Los dos jugando coordinaditos en ataque, uno llega buscando al primer palo y el otro al segundo. No faltarán los que digan que el partido era contra Trinidad y Tobago, etc, pero lo cierto es que poseen el talento. Y la noche anterior Montero sorprendiendo a todo el mundo con su categoría.
Pero, ¿por qué tanto complique en el Cali, si ya todo está montado? Esto de las inferiores no es mentira. Los pelaos están ahí, brillando por la televisión internacional, son una realidad. Todo esto hace recordar lo bueno del Cali: su estructura administrativo-social que lo blinda contra toda posesión por parte del hampa, su estadio a punto de terminar, sus sedes, sus inferiores, la historia e identidad, su prestigio internacional, su hinchada.
La percepción es que algo está deteniendo el paso avasallador de esta máquina futbolística que es el Deportivo Cali. ¿Qué pasa si Labruna se va? Nada peor de lo que ya está. Algunos con el miedo que vengan tipos como Maturana y Luna a dirigir al Cali, sin duda algo que no va a ocurrir porque esta Junta va aprendiendo que no puede hacer ese tipo de estupideces.
Labruna, tiene una filosofía propia que le quiere imprimir al equipo, pero resulta, por lo visto en lo que sale de las inferiores, que el Club ya sabe qué terreno pisa. Falta entonces que el monstruo futbolístico que tienen amarrado en la cantera se libere y empiece con el verdadero proceso verdiblanco, ese que los pelaos están sintiendo desde que llegan muy chicos a la institución. Según, DJ, una de las socias más respetadas y antiguas del blog, "es un placer ver jugar a estos chicos con su 4-4-2". Es hora de que el hincha se dé ese gusto en la profesional con todo lo que viene detrás.
Esta institución es grande y poderosa (así varios de los propios hinchas la equiparen futbolísticamente con cualquier Pasto o Quindío) y tiene metas altas. El futuro del Cali es esperanzador, las piezas están ahí, falta alguien que integre todo lo que salta a la vista.
Mientras tanto, otros equipos con menos ya saben como es la cosa. Escobar tiene marchando al Caldas en menos de dos meses, a Sarmiento le sirvió el ultimatum y encontró el equipo, a Bernal le falta poquito, Torres (¿quién es Torres?) sabe a qué juega el vinotinto, Prince ya armó su banda en poco tiempo, hasta el Millonarios de Lasarte que tanto palo le dan en Bogotá tiene cosas interesantes. Los que llevan más tiempo y con una continuidad van mejorando. El mejor ejemplo es el Atlético Nacional de Quintabani.
Se creía que el argentino no iba a poder después de la salida de Jairo Patiño, pero sí pudo. A pesar de estar jugando con 10 hombres, porque ya sabe que pasa si manda a Aristizábal a la banca, ha constituido un equipo ordenado y efectivo, sin llegar a ser una cosa del otro mundo. En sus inicios trataba a Nacional como equipo chico y lo echaba atrás en plazas difíciles, últimamente está saliendo a buscar los encuentros.
La regularidad de los partidos, la estabilidad de la nómina y la identidad que le imprimió al plantel le han permitido sacar nuevas figuras que entran al primer equipo enchufaditos. Carmelo Valencia es el nuevo ariete de mostrar en las filas verdolagas y lo están vendiendo como lo último. En este momento anda en racha, pero en las jugadas no se ve fino o con características que lo hagan diferente. Es más, parece que le pegara al suelo cuando define. Sin embargo, sus goles están ahí para avalar su presencia en la titular.
Ese es el rival del Cali esta tarde de sábado y hay que ganar, no tanto porque a Labruna se le acabe el tiempo sino porque el Cali tiene que hacerse respetar en su predio independientemente de quién sea el técnico. Hay partidos para jugar bien y hay partidos que hay que ganar. Este hay que ganarlo como sea, lo mismo que el siguiente.
La sensación en un gran porcentaje de la hinchada es diferente. La ecuación de equipo ordenado vs. equipo sin trabajo táctico equivale a derrota con posibilidades de goleada. La afición azucarera lo sabe. La manera de jugar del Cali hace que se corran riesgos muy serios. Pero todavía hay posibilidades de sacar esto adelante.
El Nacional juega un clásico 4-4-2. Todo parece indicar que Quintabani le va a dar descanso a su plantel después del partido del Cali y que viene toda la titular exceptuando a Camilo Zúñiga que se repone de una lesión. En el arco el buen y juvenil arquero Ospina, de conocimiento general para todo el país futbolístico y a quien Pinto le niega la oportunidad en la de mayores. En la defensa un 4 con Estiven Vélez, Iván Hurtado, Humberto Mendoza y Marlon Piedrahíta. En el medio, "Ringo" Amaya y Toro en la contención y en la creación Aldo Ramírez y Sergio Galván. En la delantera "el mejor jugador del mundo sin balón" y la revelación, Carmelo Valencia.
Del Cali se espera un 3-4-1-2, con Córdoba en el arco, línea de 3 con Arrechea, Briceño y Olave. En los extremos Benítez y Palacios. Viveros y Valdés en la contención. Como único enganche Paolo Frangipane y arriba el crack, Freddy Montero y el "Héroe de El Campín". Vásquez sólo fue suspendido una fecha, pero por los anuncios, Labruna no lo tendrá en cuenta como titular.
Para ganarle al Nacional el Cali tendrá que traicionar su filosofía, es decir, dejar a un lado el fútbol bien jugado y en vez de eso le tocará correr y no dejar jugar a su rival. Si el Cali se pone a esperar al Nacional y lo deja tener el balón, el resultado puede ser fatal. El problema radica en la movilidad del montañero: Ramírez, Galván y Valencia rotan constantemente y juegan a un toque perdiendo marcas y abriendo espacios, como de memoria. La defensa azucarera, por más que se quiera tapar, no aguanta un ataque de estos. Córdoba va a tener mucho trabajo y ojalá la brisa lo deje tapar con seguridad. También debe cuidarse de desesperarse ante la presión del verdologa. Benítez y Olave no pueden cometer errores al verse comprometidos en una sinsalida porque puede significar la derrota. Ya ha pasado antes. Los tiros de costado también son un peligro por la llegada con precisión de Mendoza, un buen cabeceador.
El Cali por su parte, tiene que meter al Nacional en su propio arco y correr los 90 minutos. Cualquier balón que le suelte al verdolaga es un peligro. El estado físico es lo que salvará al Cali; no podrá dejar de presionar ni un minuto. El gol debe venir en una jugada individual de Montero o de Miltinho, o en balón parado con cualquiera de los excelentes cobradores que tiene el Cali. La clave es aguantar y destruir lo que el contrario proponga con huevos. Se puede porque Nacional pierde mucha salida con la ausencia de Zúñiga, además Ramírez se encuentra conveleciente de una afección viral.
Pase lo que pase el Cali tiene que encontrar la forma de ganar el partido, probablemente no haya mucha hinchada azucarera, seguramente el árbitro no ayudará a la causa particular, pero es la única salida que le queda porque la tabla no miente. Contra los paisas es un partido por el honor, por una rivalidad histórica entre el Valle del Cauca y Antioquia, por la moral del fútbol colombiano que tiene que defender el verdiblanco. Más allá de la situación con Labruna, se espera una actuación digna de todos los jugadores, respetando al hincha y la camiseta. Todo depende de lo que cada jugador individualmente le quiera dar al equipo.
No hay que perder la fe, el Cali grande, con la identidad que el hincha exige está ahí, escondido en las inferiores. Ojalá se aproveche, porque lo que se ve es de un talento sin igual.
Probables formaciones:
Superdépor: Córdoba; Arrechea, Briceño y Olave; Palacio, Valdés, Viveros y Benítez; Frangipane; Montero y Milton.
Nacional: Ospina; Vélez, Hurtado, Mendoza y Piedrahíta; Amaya y Toro; Ramírez y Galván; Aristizábal y Valencia.
Temas
1. Claves para ganar contra Nacional.
2. ¿Por qué no arranca la máquina azucarera si todo está dado?
3. Si se va Labruna, ¿se acaba el mundo? ¿Por qué tanto temor a que se vaya?
4. Actuación de los canteranos en la sub-17 y la de mayores.
Obelisco
Las excusas, que supuestamente se habían acabado hace como 6 meses, siguen saliendo a flote. Que las lesiones, que este campeonato no es mediocre sino que cada día se parece más a la Liga de las Estrellas con Quindío y Millonarios equiparados con el Barcelona y el Real Madrid, que todavía está de segundo en la Reclasificación, que se está a dos puntos del octavo, que faltan muchos partidos, que el equipo es "nuevo", que un día juega 20 minutos bien aquí y 15 allá, que la prensa corporativa no ayuda, que la hinchada es culpable porque no cierra los ojos.
Entonces, muy a las 6am (con repetición a las 2pm por Directv) salen unos pelaos desconocidos. Unos tales Serna y Pardo con la selección Colombia sub-17. En apenas 30 minutos demostraron todo lo que han aprendido en las inferiores del que para algunos ya no es un equipo poderoso. El primero con una derecha prodigiosa, tocando de primera, buscando el espacio vacío, con una movilidad impresionante, acompañando la jugada y definiendo. El segundo, parecido físicamente a Valenciano (en sus años mozos, lejos del Cambio Extremo), con una potencia fenomenal, rapidez, gambeta en velocidad, atrevimiento, valentía y definición sin tanto complique. Los dos jugando coordinaditos en ataque, uno llega buscando al primer palo y el otro al segundo. No faltarán los que digan que el partido era contra Trinidad y Tobago, etc, pero lo cierto es que poseen el talento. Y la noche anterior Montero sorprendiendo a todo el mundo con su categoría.
Pero, ¿por qué tanto complique en el Cali, si ya todo está montado? Esto de las inferiores no es mentira. Los pelaos están ahí, brillando por la televisión internacional, son una realidad. Todo esto hace recordar lo bueno del Cali: su estructura administrativo-social que lo blinda contra toda posesión por parte del hampa, su estadio a punto de terminar, sus sedes, sus inferiores, la historia e identidad, su prestigio internacional, su hinchada.
La percepción es que algo está deteniendo el paso avasallador de esta máquina futbolística que es el Deportivo Cali. ¿Qué pasa si Labruna se va? Nada peor de lo que ya está. Algunos con el miedo que vengan tipos como Maturana y Luna a dirigir al Cali, sin duda algo que no va a ocurrir porque esta Junta va aprendiendo que no puede hacer ese tipo de estupideces.
Labruna, tiene una filosofía propia que le quiere imprimir al equipo, pero resulta, por lo visto en lo que sale de las inferiores, que el Club ya sabe qué terreno pisa. Falta entonces que el monstruo futbolístico que tienen amarrado en la cantera se libere y empiece con el verdadero proceso verdiblanco, ese que los pelaos están sintiendo desde que llegan muy chicos a la institución. Según, DJ, una de las socias más respetadas y antiguas del blog, "es un placer ver jugar a estos chicos con su 4-4-2". Es hora de que el hincha se dé ese gusto en la profesional con todo lo que viene detrás.
Esta institución es grande y poderosa (así varios de los propios hinchas la equiparen futbolísticamente con cualquier Pasto o Quindío) y tiene metas altas. El futuro del Cali es esperanzador, las piezas están ahí, falta alguien que integre todo lo que salta a la vista.
Mientras tanto, otros equipos con menos ya saben como es la cosa. Escobar tiene marchando al Caldas en menos de dos meses, a Sarmiento le sirvió el ultimatum y encontró el equipo, a Bernal le falta poquito, Torres (¿quién es Torres?) sabe a qué juega el vinotinto, Prince ya armó su banda en poco tiempo, hasta el Millonarios de Lasarte que tanto palo le dan en Bogotá tiene cosas interesantes. Los que llevan más tiempo y con una continuidad van mejorando. El mejor ejemplo es el Atlético Nacional de Quintabani.
Se creía que el argentino no iba a poder después de la salida de Jairo Patiño, pero sí pudo. A pesar de estar jugando con 10 hombres, porque ya sabe que pasa si manda a Aristizábal a la banca, ha constituido un equipo ordenado y efectivo, sin llegar a ser una cosa del otro mundo. En sus inicios trataba a Nacional como equipo chico y lo echaba atrás en plazas difíciles, últimamente está saliendo a buscar los encuentros.
La regularidad de los partidos, la estabilidad de la nómina y la identidad que le imprimió al plantel le han permitido sacar nuevas figuras que entran al primer equipo enchufaditos. Carmelo Valencia es el nuevo ariete de mostrar en las filas verdolagas y lo están vendiendo como lo último. En este momento anda en racha, pero en las jugadas no se ve fino o con características que lo hagan diferente. Es más, parece que le pegara al suelo cuando define. Sin embargo, sus goles están ahí para avalar su presencia en la titular.
Ese es el rival del Cali esta tarde de sábado y hay que ganar, no tanto porque a Labruna se le acabe el tiempo sino porque el Cali tiene que hacerse respetar en su predio independientemente de quién sea el técnico. Hay partidos para jugar bien y hay partidos que hay que ganar. Este hay que ganarlo como sea, lo mismo que el siguiente.
La sensación en un gran porcentaje de la hinchada es diferente. La ecuación de equipo ordenado vs. equipo sin trabajo táctico equivale a derrota con posibilidades de goleada. La afición azucarera lo sabe. La manera de jugar del Cali hace que se corran riesgos muy serios. Pero todavía hay posibilidades de sacar esto adelante.
El Nacional juega un clásico 4-4-2. Todo parece indicar que Quintabani le va a dar descanso a su plantel después del partido del Cali y que viene toda la titular exceptuando a Camilo Zúñiga que se repone de una lesión. En el arco el buen y juvenil arquero Ospina, de conocimiento general para todo el país futbolístico y a quien Pinto le niega la oportunidad en la de mayores. En la defensa un 4 con Estiven Vélez, Iván Hurtado, Humberto Mendoza y Marlon Piedrahíta. En el medio, "Ringo" Amaya y Toro en la contención y en la creación Aldo Ramírez y Sergio Galván. En la delantera "el mejor jugador del mundo sin balón" y la revelación, Carmelo Valencia.
Del Cali se espera un 3-4-1-2, con Córdoba en el arco, línea de 3 con Arrechea, Briceño y Olave. En los extremos Benítez y Palacios. Viveros y Valdés en la contención. Como único enganche Paolo Frangipane y arriba el crack, Freddy Montero y el "Héroe de El Campín". Vásquez sólo fue suspendido una fecha, pero por los anuncios, Labruna no lo tendrá en cuenta como titular.
Para ganarle al Nacional el Cali tendrá que traicionar su filosofía, es decir, dejar a un lado el fútbol bien jugado y en vez de eso le tocará correr y no dejar jugar a su rival. Si el Cali se pone a esperar al Nacional y lo deja tener el balón, el resultado puede ser fatal. El problema radica en la movilidad del montañero: Ramírez, Galván y Valencia rotan constantemente y juegan a un toque perdiendo marcas y abriendo espacios, como de memoria. La defensa azucarera, por más que se quiera tapar, no aguanta un ataque de estos. Córdoba va a tener mucho trabajo y ojalá la brisa lo deje tapar con seguridad. También debe cuidarse de desesperarse ante la presión del verdologa. Benítez y Olave no pueden cometer errores al verse comprometidos en una sinsalida porque puede significar la derrota. Ya ha pasado antes. Los tiros de costado también son un peligro por la llegada con precisión de Mendoza, un buen cabeceador.
El Cali por su parte, tiene que meter al Nacional en su propio arco y correr los 90 minutos. Cualquier balón que le suelte al verdolaga es un peligro. El estado físico es lo que salvará al Cali; no podrá dejar de presionar ni un minuto. El gol debe venir en una jugada individual de Montero o de Miltinho, o en balón parado con cualquiera de los excelentes cobradores que tiene el Cali. La clave es aguantar y destruir lo que el contrario proponga con huevos. Se puede porque Nacional pierde mucha salida con la ausencia de Zúñiga, además Ramírez se encuentra conveleciente de una afección viral.
Pase lo que pase el Cali tiene que encontrar la forma de ganar el partido, probablemente no haya mucha hinchada azucarera, seguramente el árbitro no ayudará a la causa particular, pero es la única salida que le queda porque la tabla no miente. Contra los paisas es un partido por el honor, por una rivalidad histórica entre el Valle del Cauca y Antioquia, por la moral del fútbol colombiano que tiene que defender el verdiblanco. Más allá de la situación con Labruna, se espera una actuación digna de todos los jugadores, respetando al hincha y la camiseta. Todo depende de lo que cada jugador individualmente le quiera dar al equipo.
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No hay que perder la fe, el Cali grande, con la identidad que el hincha exige está ahí, escondido en las inferiores. Ojalá se aproveche, porque lo que se ve es de un talento sin igual.
Probables formaciones:
Superdépor: Córdoba; Arrechea, Briceño y Olave; Palacio, Valdés, Viveros y Benítez; Frangipane; Montero y Milton.
Nacional: Ospina; Vélez, Hurtado, Mendoza y Piedrahíta; Amaya y Toro; Ramírez y Galván; Aristizábal y Valencia.
Temas
1. Claves para ganar contra Nacional.
2. ¿Por qué no arranca la máquina azucarera si todo está dado?
3. Si se va Labruna, ¿se acaba el mundo? ¿Por qué tanto temor a que se vaya?
4. Actuación de los canteranos en la sub-17 y la de mayores.
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Etiquetas: atlético nacional, cantera, deportivo cali, felipe pardo, freddy montero, previa, ricardo serna
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