El barco se hundió

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El fútbol se vive partido a partido. La hinchada azucarera pide cambios definitivos después del resultado de esta tarde y con justa razón. Los errores de la Junta hicieron que la institución más estructurada del FPC cayera en desgracia. No se pueden lavar las manos ahora diciendo que todo pasa por la actitud de los jugadores. Los culpables de esta desgracia, verguenza y humillación deberían tener la valentía de aceptar la instancia en que se equivocaron. Los primeros de la lista tienen que ser los miembros de la Junta Directiva.

El encuentro contra Equidad no pudo verse por ninguno de los canales de televisión. El pésimo juego del Deportivo Cali no atrae ningún tipo de audiencia. Los fanáticos incondicionales siguieron el partido por radio. Antena2, Univalle Estéreo y el Corrillo de Mao coincidieron en todo, obviamente, unos más amarillistas que otros. El Cali no tiene sangre, no tiene una identidad táctica, no hace tres toques seguidos. Néstor Otero lleva cerca de un mes al mando del Azucarero y son pocos los avances.

Si las directivas se pusieran la mano en el corazón, tendrían que haber renunciado después de esta derrota. No lo van a hacer, y por sus declaraciones, los culpables van a ser algunos jugadores, que tienen gran parte de la culpa también, pero no son 100% responsables. Si las decisiones que se van a tomar no implican cambios a nivel directivo el Cali va a seguir así por muchos años.

Ateniéndose a la realidad, las directivas, que es seguro no renunciarán, pueden todavía hacer un proceso nuevo para los dos años que le quedan. Lo primero es licenciar a algunos jugadores que definitivamente no pueden vestir la camiseta del equipo (el caso Viveros es especial, el "Vive" tiene que continuar en el Cali en otras condiciones). Lo segundo es conseguir asesores deportivos que les permitan conseguir un técnico con personalidad que haya ganado cosas con un equipo grande. El respaldo a Otero, quien ya confirmó su estirpe de entrenador de equipo chico con sus cambios y pobrísimas formaciones, sería un nuevo error que inclusive ameritaría para que los socios en pleno solicitaran un referendo para cambio de directivas. Lo tercero sería una auditoria/consultoría externa que diera luces sobre el verdadero problema interno del Cali y las soluciones para que el equipo siga un camino victorioso administrativo y deportivo. La Junta demostró que no está en capacidad para hacer diagnósticos oportunos. Los problemas siempre llegaron en el peor momento y no hubo forma de replantear para retomar el camino. Alguien externo es el llamado a encontrar el cáncer del Cali. El cuarto ítem es el de replantear en su totalidad el proceso de contratación de refuerzos. La Junta no tiene credibilidad a la hora de traer jugadores, más si se ve que equipos de menor valía como el Tolima y Cúcuta, para poner un par de ejemplos, traen jugadores desconocidos que en cuestión de días se adaptan y se vuelven figuras. El quinto punto es revisar la gestión de Abel Dagraca al mando de las divisiones menores y la estructura final de la misma. Ésto se explicará más adelante.

La planificación a 2008 tiene que ser con un técnico diferente. Lamentablemente el profesor Otero no da la talla para dirigir el barco. No ha podido ganar con el Cali todavía, perdió el exclásico, el trabajo de semana y los entrenamientos a puerta cerrada no son palpables como estrategia en el campo de juego. Con 5 partidos es suficiente para determinar si un técnico sirve o no sirve para un equipo. Otero debe irse inmediatamente, es un técnico marcado.

Algunos socios pensarán que se está acabando con todo, pero es que ya todo acabó. El Cali está eliminado de los cuadrangulares, no vale la pena meterse más mentiras, está en el fondo de la tabla. El hincha no se puede imaginar como el mejor barco de todos terminó hundido antes que los demás. Tuvieron que pasar muchas cosas para hundir al transatlántico Deportivo Cali. Después de la derrota con la Corporación no hubo dolientes y tuvo que haberlos, después de hoy tiene que haberlos y a todos los niveles. Varias cartas de renuncia se tienen que ver mañana a primera hora en los escritorios de la Vásquez Cobo.

El proceso para el 2008 debe ser perfecto, como se había dicho en entradas anteriores. No hay espacio para equivocaciones. La primera misión es - vuelve y juega - conseguir un asesor deportivo que pueden inclusive ser jugadores del equipo que hayan tenido experiencia internacional y conozcan del medio. A través de ellos conseguir un técnico que sea ganador y con personalidad, valga la plata que valga. Gran parte del presupuesto 2008 debe gastarse en un entrenador que convenza a todo el mundo verdiblanco y que pueda trabajar con las menores. Despúes, una vez revisado el proceso de veeduría y contratación de jugadores, consultar y concertar con el nuevo técnico qué posiciones necesitan reforzarse. No pueden ser más de 3 jugadores, y al menos dos con antecedentes de vestir la camiseta de su selección nacional, o triunfadores en un equipo grande de su país. Cada jugador que se contrate debe pasar por un riguroso examen psicológico previo que asegure en cierta medida su permanencia y sus dotes de liderazgo positivo. Para diciembre se debe tener un preliminar de la consultoría externa y los cambios al interior del club deben ser instaurados a la mayor prontitud.

Sobre el tema cantera, la situación es un poco decepcionante. Aunque no se pueden sacar conclusiones por un solo partido y menos en la cancha de Santa Marta, hay fallas en la penúltima fase de entrenamiento de la cantera.

La primera es que no están jugando todos los canteranos. En el partido del sábado fueron titulares Ramos, Cabezas, Asprilla, Quejada, Ayala y González. Faltaron Hinestroza, Aguilar, Mera, Quinteros y Cañaveral. González jugó por la lesión de Cabezas en el primer tiempo.

La segunda falla grande del proceso Córdoba FC es la falta de experiencia en el equipo. Los pelaos no cuentan con una persona con partidos dentro del terreno de juego que les aporte táctica y liderazgo minuto a minuto. Falta ése jugador que les hable en la cancha. El Unión cuenta con dos, la "Puya" Zuleta y Justiniano Peña, elementos que no fueron una maravilla para el FPC pero que ponen a jugar a los juveniles y funcionan a su vez como maestros. Sería interesante revisar si jugadores de la escuela del Cali con experiencia profesional (máximo dos) pudieran hacer parte del proceso como técnicos dentro de la cancha. Alexander Viveros, si es cierto que se retira, o Hamilton Ricard por su experiencia internacional, su conocimiento del juego y liderazgo (ejerciendo ya otro papel) pudieran estar al lado de estos jóvenes imprimiéndoles un poco más de profesionalismo, como primer peaje en su carrera como técnicos.

La tercera falla es que la dirección técnica de los jugadores no es la más adecuada. El equipo del Víctor González Scott tiene problemas graves en el retorno, en los reelevos y en los movimientos de la línea posterior. En ataque, hay que decirlo, el equipo tiene toque de primera y desborde. La falta de la idea táctica en estos jugadores comprometería seriamente su transición al primer equipo.

Vale la pena mencionar a los canteranos del Córdoba FC:

1. Alfredo Ramos (arquero): juvenil de buena talla, con buenos reflejos que se para bien debajo de los tres palos. Tiene serios problemas en el mano a mano y no sale a tiempo para cerrar los ángulos de los delanteros.

2. Nelson Asprilla (lateral por izquierda): el nuevo Rivas. Es un morocho de buena contextura física, muy potente, pero no sabe quitar un balón sin falta.

3. John Quejada (lateral por derecha): Otro morocho supremamente hábil, puede salir haciendo diagonales internas o externas, se asocia bien y gana la línea con gambeta. El pobre retorno a su línea es la única deficiencia que se le notó. Hoy por hoy le quita el puesto a Haider.

4. Camilo Ayala (volante por izquierda): Prospecto de crack. Excelente con el balón en los pies. Quita sin falta, mete huevos y es líder. También hace diagonales internas y levanta la cabeza para hacer pases al vacío. Se entiende bien con Quejada. Volante de ida y vuelta. Debe subir inmediatamente al primer equipo del Cali.

5. Luis Cabezas (delantero): Un morocho de buena contextura, con movimientos muy rápidos en ataque. Tenía embolatada a la defensa del Unión él solito. Desafortunadamente se lesionó en el primer tiempo y no se pudieron ver sus condiciones por completo.

6. Marlon González (delantero): Entró por Cabezas. Lleva el número 10 en la camiseta pero es más un 9. Un delantero alto, con buen manejo del balón, pero algo lento. Se asocia bien tocando de primera y marca con criterio los espacios para el pase. Podría ser también un media punta.

La formación de estos jugadores está todavía muy biche. Faltaría saber si hay alguien del Cali dentro del Córdoba FC haciendo el seguimiento individual de estos jugadores y si están haciendo los trabajos respectivos para mejorar en lo que fallan.

Abel Dagraca tiene que notar lo que falta en este proceso y mejorarlo para el 2008. Lo que hay en la cantera es bueno pero necesita más trabajo y en el Córdoba FC se puede estar ganando en experiencia pero perdiendo en fundamentación. Hay que encontrar el balance pronto.

La Cultura Alternativa, con algún conocimiento de la cantera propone la siguiente base de jugadores para el 2008 como un ejercicio de hincha.

Varcán
Quejada - Paredes - Briceño - Domínguez
Bernal - Vásquez - De la Cruz - Ayala
Córdoba - Montero

Alternativas:
- Ramos
- Serna
- Pardo
- Cabezas
- Loboa
- Hinestroza
- Belalcázar
- Millán
- Villarreal

Faltarían 2 - 3 refuerzos de valía como columna vertebral y un técnico con visión y conocimientos para tener a un Cali invencible.

Temas

1. ¿La Junta Directiva tiene la credibilidad para formar un nuevo proceso? ¿o deben dar un paso al costado?
2. ¿Cómo debe ser el proceso para el 2008?
3. ¿Néstor Otero debe seguir? ¿Por qué?
4. Base de jugadores para el próximo año y dónde deben buscarse los refuerzos.

Obelisco

PS: Juancho ha sido sancionado con una suspensión hasta el 31 de diciembre de 2007, y será expulsado del Caligol II/2007. Podrá regresar el próximo año si lo desea con todos los derechos renovados y presentando un comportamiento idóneo so pena de una expulsión definitiva.