A corto plazo
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La tesis del campeonato colombiano se comprueba cada 6 meses: No se necesita mucho para ganar el título del FPC. Hasta hace una fecha, Equidad era el líder invicto de la Mustang II con jugadores que el Cali había desechado y retazos de otros equipos.
Mientras tanto en el único grande del Valle del Cauca nada fluye. Se cometen demasiados errores, o mejor, son fallas en los cimientos que se sienten en toda la estructura. Se realizan cambios para bien, pero que por minucias, en márgenes de error muy pequeños, terminan mal.
Antes, lo malo era la Junta Directiva con el paternalismo de Don Humberto y la cambiadera de técnicos. No se le daba la continuidad necesaria a los procesos aunque mostraran algo. Llega la nueva Junta con la premisa de la continuidad, pero se la dan al que no le corresponde. También se decía que era el sindicato de jugadores, se hizo una purga y la situación fue igual o peor. Los errores son más de forma que de fondo, pero son tantos, que atentan contra todo lo que representa el Cali. Es triste ver que los pronósticos de catástrofe predichos por un sector de la hinchada se hagan realidad cada 6 meses, sin siquiera tener el conocimiento interno de lo que realmente sucede en la Vásquez Cobo. El Cali es una crónica de una muerte anunciada cada campeonato que pasa.
La desilusión es así, crónica, porque ya no se encuentra ninguna explicación para lo que ocurre en el equipo. El diagnóstico es desconocido. El cáncer que corroe al Cali está ahí pero nadie sabe donde está. Mientras no haya un diagnóstico certero no habrá la posibilidad de tratamiento y por ende, de curación.
El semestre pasado se apoyó al 100% un proceso en el que se corría más de lo que se jugaba. La hinchada acompañó al equipo en mayor porcentaje que el normal. Sin embargo, al final surgieron los mismos problemas de siempre y se le regaló una estrella al Nacional. La situación del Superdépor no pasa ni por los jugadores, ni por la Junta, ni por el técnico ni mucho menos por la hinchada. Hay un complejo tejido de dificultades que pueden provenir de la misma configuración de la Asociación.
El primer paso de la recuperación consiste en una auditoría externa que diagnostique y dé luces sobre las cuestiones que afectan al Cali y que no lo dejan progresar como club deportivo. Es inminente y obligatoria, ojalá empezara ya y con empresas auditoras reconocidas a nivel internacional. El equipo requiere urgentemente esta medida. Sin ella, el hincha sólo tendrá la esperanza que uno de estos días el mediocre FPC, por su misma conformación, le presente sorpresivamente la oportunidad de lograr otro título.
El segundo paso es que la Junta se tome en serio la parte deportiva del club y le empiece a trabajar a la mentalidad del hincha. Qué quiere el hincha, ante todo títulos, pero dejando ése primer ítem a un lado, hay otros que también tienen peso. El primero es el estadio, que ha tenido demoras por diversos motivos. Hay que estar informando continuamente de la situación de la nueva casa verdiblanca, haciendo publicidad y dando esperanzas sobre su terminación. Mostrar que se está haciendo lo necesario para la consecusión del proyecto más importante del Valle del Cauca, así los responsables directos sean Palcos y Suites, acercará más a la fanaticada.
Lo otro es mostrar sentido común y de oportunidad. Al hincha del Cali no le gusta ver el nombre de su equipo inmerso en chismes de periodistas de poca monta. El episodio Otero, falso o no, fue desagradable para el grosor de la hinchada. No se puede repetir.
La perspectiva que se tiene de que la Junta no sabe nada de fútbol está haciendo carrera. Para demostrar que sí saben, los integrantes de la Junta deben empezar por tener humildad. Aceptar que no han tenido mucha suerte con los refuerzos y que necesitan de asesores para realizarlas a futuro. Las próximas contrataciones del Cali tienen que ser perfectas.
También hay que mostrar trabajo. Sin duda lo hacen y con mucha vehemencia, pero no se nota. No se ve. Se necesita liderazgo en estos momentos. El hincha necesita creer que se puede salir adelante. Los miembros de la Junta tienen que estar mojando prensa (de la buena) continuamente, haciendo ver que están impulsando al equipo en todos los niveles.
Ahora sí, la Junta tiene que estar comandando la clasificación a octogonales trabajando en conjunto con Otero y plantel profesional. Con Otero debe haber presión y evaluación partido a partido. Si Otero fracasa, sería un nuevo fracaso para la Junta, que no aguanta uno más. Otero debe dar explicaciones puntuales sobre lo que sale mal y lo que está haciendo para corregirlo. Dejar este proceso solo en manos del Matemático garantiza otro fiasco. Si hay jugadores que no quieren estar en el equipo, que no sienten respeto por la camiseta o la hinchada, deben salir inmediatamente. El caso Caicedo es para revisar con lupa y la Junta Directiva debe tomar protagonismo en el episodio. Si Otero lo alinea porque en entrenamientos muestra condiciones, entonces el jugador debe ser citado para que explique el por qué de su bajo rendimiento durante sus partidos, y de paso explicarle a él cuál es la relevancia y grandeza de la camiseta que se pone todos los días. Si no lo puede entender, tiene que irse y ya. Lo mismo debe aplicar para el resto de jugadores.
Quedan 8 partidos y Otero tiene la responsabilidad y obligación de clasificar a cuadrangulares. Las matemáticas son sencillas, hay que ganarlo todo de aquí en adelante. Para hacerlo hay que tener sentido común. Lo primero que hay que hacer es jugar con 11 en el campo. Últimamente el Cali ha estado con 9 ó 10 en el terreno de juego. Los segundo es que los empates ya no sirven. Si se va a defender un resultado, que sea un resultado ganador, no un empate. Hay goleadores en el equipo, gente que sabe cómo definir un partido. La solidez defensiva es importante, pero como equipo grande hay que al menos mostrar la vocación de que se quieren los 3 puntos.
Hay que realizar sustituciones en los momentos precisos. Otero está equivocado en la lectura de los partidos y la fanaticada lo ve con claridad. Los buenos técnicos se notan porque le cambian la cara a un partido con un solo cambio. Otero todavía no ha hecho ningún cambio bueno desde que llegó.
Este es el calendario pendiente:
En el papel la hazaña se puede lograr, en la vida real, todo depende del liderazgo de la Junta Directiva y de cómo le imprime sentido común y le exige día a día a técnico y plantel profesional. Esto es cuestión de querer que las cosas funcionen y estar encima de todas las tareas deportivas que enfrenta el equipo. No se pueden permitir más equivocaciones en la conformación de la titular, en los cambios y en la mentalidad del equipo. Todos tienen que trabajar coordinados y los encargados son los de arriba. Los que eligieron hace casi dos años para que llevaran el Cali a la gloria. Están en deuda.
Temas
1. ¿La Junta está demostrando liderazgo en esta crisis?
2. ¿Con este técnico y plantel de jugadores se puede realizar la hazaña?
3. ¿Cómo analizan el calendario pendiente?
Obelisco
PS: Los socios Caliche72 y Juancho han tenido sanciones ejemplares por su pobrísimo comportamiento en el blog. Al primero se le suspendió por un mes, en el cual se espera reflexione sobre sus actitudes nocivas para la comunidad de la CAF. El segundo espera por una sanción definitiva que será decidida en próximos días.
Mientras tanto en el único grande del Valle del Cauca nada fluye. Se cometen demasiados errores, o mejor, son fallas en los cimientos que se sienten en toda la estructura. Se realizan cambios para bien, pero que por minucias, en márgenes de error muy pequeños, terminan mal.
Antes, lo malo era la Junta Directiva con el paternalismo de Don Humberto y la cambiadera de técnicos. No se le daba la continuidad necesaria a los procesos aunque mostraran algo. Llega la nueva Junta con la premisa de la continuidad, pero se la dan al que no le corresponde. También se decía que era el sindicato de jugadores, se hizo una purga y la situación fue igual o peor. Los errores son más de forma que de fondo, pero son tantos, que atentan contra todo lo que representa el Cali. Es triste ver que los pronósticos de catástrofe predichos por un sector de la hinchada se hagan realidad cada 6 meses, sin siquiera tener el conocimiento interno de lo que realmente sucede en la Vásquez Cobo. El Cali es una crónica de una muerte anunciada cada campeonato que pasa.
La desilusión es así, crónica, porque ya no se encuentra ninguna explicación para lo que ocurre en el equipo. El diagnóstico es desconocido. El cáncer que corroe al Cali está ahí pero nadie sabe donde está. Mientras no haya un diagnóstico certero no habrá la posibilidad de tratamiento y por ende, de curación.
El semestre pasado se apoyó al 100% un proceso en el que se corría más de lo que se jugaba. La hinchada acompañó al equipo en mayor porcentaje que el normal. Sin embargo, al final surgieron los mismos problemas de siempre y se le regaló una estrella al Nacional. La situación del Superdépor no pasa ni por los jugadores, ni por la Junta, ni por el técnico ni mucho menos por la hinchada. Hay un complejo tejido de dificultades que pueden provenir de la misma configuración de la Asociación.
El primer paso de la recuperación consiste en una auditoría externa que diagnostique y dé luces sobre las cuestiones que afectan al Cali y que no lo dejan progresar como club deportivo. Es inminente y obligatoria, ojalá empezara ya y con empresas auditoras reconocidas a nivel internacional. El equipo requiere urgentemente esta medida. Sin ella, el hincha sólo tendrá la esperanza que uno de estos días el mediocre FPC, por su misma conformación, le presente sorpresivamente la oportunidad de lograr otro título.
El segundo paso es que la Junta se tome en serio la parte deportiva del club y le empiece a trabajar a la mentalidad del hincha. Qué quiere el hincha, ante todo títulos, pero dejando ése primer ítem a un lado, hay otros que también tienen peso. El primero es el estadio, que ha tenido demoras por diversos motivos. Hay que estar informando continuamente de la situación de la nueva casa verdiblanca, haciendo publicidad y dando esperanzas sobre su terminación. Mostrar que se está haciendo lo necesario para la consecusión del proyecto más importante del Valle del Cauca, así los responsables directos sean Palcos y Suites, acercará más a la fanaticada.
Lo otro es mostrar sentido común y de oportunidad. Al hincha del Cali no le gusta ver el nombre de su equipo inmerso en chismes de periodistas de poca monta. El episodio Otero, falso o no, fue desagradable para el grosor de la hinchada. No se puede repetir.
La perspectiva que se tiene de que la Junta no sabe nada de fútbol está haciendo carrera. Para demostrar que sí saben, los integrantes de la Junta deben empezar por tener humildad. Aceptar que no han tenido mucha suerte con los refuerzos y que necesitan de asesores para realizarlas a futuro. Las próximas contrataciones del Cali tienen que ser perfectas.
También hay que mostrar trabajo. Sin duda lo hacen y con mucha vehemencia, pero no se nota. No se ve. Se necesita liderazgo en estos momentos. El hincha necesita creer que se puede salir adelante. Los miembros de la Junta tienen que estar mojando prensa (de la buena) continuamente, haciendo ver que están impulsando al equipo en todos los niveles.
Ahora sí, la Junta tiene que estar comandando la clasificación a octogonales trabajando en conjunto con Otero y plantel profesional. Con Otero debe haber presión y evaluación partido a partido. Si Otero fracasa, sería un nuevo fracaso para la Junta, que no aguanta uno más. Otero debe dar explicaciones puntuales sobre lo que sale mal y lo que está haciendo para corregirlo. Dejar este proceso solo en manos del Matemático garantiza otro fiasco. Si hay jugadores que no quieren estar en el equipo, que no sienten respeto por la camiseta o la hinchada, deben salir inmediatamente. El caso Caicedo es para revisar con lupa y la Junta Directiva debe tomar protagonismo en el episodio. Si Otero lo alinea porque en entrenamientos muestra condiciones, entonces el jugador debe ser citado para que explique el por qué de su bajo rendimiento durante sus partidos, y de paso explicarle a él cuál es la relevancia y grandeza de la camiseta que se pone todos los días. Si no lo puede entender, tiene que irse y ya. Lo mismo debe aplicar para el resto de jugadores.
Quedan 8 partidos y Otero tiene la responsabilidad y obligación de clasificar a cuadrangulares. Las matemáticas son sencillas, hay que ganarlo todo de aquí en adelante. Para hacerlo hay que tener sentido común. Lo primero que hay que hacer es jugar con 11 en el campo. Últimamente el Cali ha estado con 9 ó 10 en el terreno de juego. Los segundo es que los empates ya no sirven. Si se va a defender un resultado, que sea un resultado ganador, no un empate. Hay goleadores en el equipo, gente que sabe cómo definir un partido. La solidez defensiva es importante, pero como equipo grande hay que al menos mostrar la vocación de que se quieren los 3 puntos.
Hay que realizar sustituciones en los momentos precisos. Otero está equivocado en la lectura de los partidos y la fanaticada lo ve con claridad. Los buenos técnicos se notan porque le cambian la cara a un partido con un solo cambio. Otero todavía no ha hecho ningún cambio bueno desde que llegó.
Este es el calendario pendiente:
Cali vs. Equidad
Santa Fe vs. Cali
Cali vs. Huila
Cartagena vs. Cali
Cali vs. DIM
Pereira vs. Cali
Cúcuta vs. Cali
Cali vs. Once Caldas
Santa Fe vs. Cali
Cali vs. Huila
Cartagena vs. Cali
Cali vs. DIM
Pereira vs. Cali
Cúcuta vs. Cali
Cali vs. Once Caldas
En el papel la hazaña se puede lograr, en la vida real, todo depende del liderazgo de la Junta Directiva y de cómo le imprime sentido común y le exige día a día a técnico y plantel profesional. Esto es cuestión de querer que las cosas funcionen y estar encima de todas las tareas deportivas que enfrenta el equipo. No se pueden permitir más equivocaciones en la conformación de la titular, en los cambios y en la mentalidad del equipo. Todos tienen que trabajar coordinados y los encargados son los de arriba. Los que eligieron hace casi dos años para que llevaran el Cali a la gloria. Están en deuda.
Temas
1. ¿La Junta está demostrando liderazgo en esta crisis?
2. ¿Con este técnico y plantel de jugadores se puede realizar la hazaña?
3. ¿Cómo analizan el calendario pendiente?
Obelisco
PS: Los socios Caliche72 y Juancho han tenido sanciones ejemplares por su pobrísimo comportamiento en el blog. Al primero se le suspendió por un mes, en el cual se espera reflexione sobre sus actitudes nocivas para la comunidad de la CAF. El segundo espera por una sanción definitiva que será decidida en próximos días.
Etiquetas: deportivo cali, editorial, junta, néstor otero
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