Hay que tener mucha fe (previa)
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Un proceso que arrancó mal y se ha seguido tropezando mes a mes desde que comenzó. Rueda salió por la puerta de atrás esperando una segunda oportunidad después de un rendimiento satisfactorio con la selección. Los directivos se demoraron cantidades para elegir un nuevo técnico, pasaron por Bielsa, para terminar en Pinto.
Los colombianos viven mucho del momento y Pinto era ése técnico porque tenía al Cúcuta en los primeros lugares y a la postre lo llevaría a ser campeón. El mérito de Pinto para ser el responsable de la selección Colombia es ser campeón de la Mustang, y otro par de cosas más (que no dividía sería otra), pero lo más importante fue eso. Ahora, ¿ser campeón del FPC es mérito suficiente para ser técnico de la selección? No, cuando se sabe que entrenadores de la talla de Jaime de la Pava y Víctor Luna han tenido el mismo honor. Si hicieran una encuesta el día de hoy sobre quién debería ser el técnico de la selección, Vanemerack ganaría lejos. Y, ¿quién es Vanemerack cómo técnico?
El DT cada día se vuelve un personaje más importante en el fútbol. Hablando de seleccionados nacionales es la figura más importante porque puede elegir, de una larga lista de jugadores, cuales son los que meten, cuales no se arrugan, cuales funcionan, cuales no, cómo combinarlos, etc. El DT es el responsable directo de lo que pasa en el campo, mucho pero muchísmo más que los jugadores, porque él mismo fue el que los llamó. Además de las decisiones fundamentales en términos de cambios durante el partido.
Viene el tema calendario. Con el calendario de las últimas dos eliminatorias a Colombia le ha ido muy mal. Juega con un Bolivia vivo en las primeras fechas, tiene que enfrentar a Brasil como local en su debut, y muy pronto juega con Argentina. Además le toca buscar su clasificación de visita en Paraguay mientras Uruguay y Argentina juegan un amistoso. Fatal. La gestión se hizo, pero fue bloqueada principalmente por aquel sueño de buscar el mundial para el 2014, patrocinado por el Vicepresidente Francisco Santos. Todo el poder ejecutivo que pudiera tener la Federación se fue por el desague después de esa salida.
Bueno, pero el calendario es conocido, entonces, la Federación ya debía tener un plan para afrontar las adversidades mencionadas. Dejaron todo en manos de Pinto y Bolivia pasó a un segundo plano. El tema pasó por cámaras hiperbáricas (!). Las convocatorias deberían ser pensadas en par. Peckerman lo entendió así para la eliminatoria pasada y armó dos equipos cuando le tocó enfrentar a Bolivia. Hizo el análisis de cuáles le podían rendir mejor en La Paz y cuales tenían que quedarse a jugar en tierras gauchas. Obtuvo una victoria en aquella oportunidad con una brillante actuación de Galletti. Mientras tanto, Pinto tiene a Dayro Moreno y a Hidalgo, los dos goleadores del torneo, que juegan los dos en la altura, de descanso con la Mustang, cuando tendrían que estar adaptándose a las alturas bolivianas.
Lo peor de todo es la mediocridad rampante. La gran mayoría del pueblo futbolístico colombiano (incluida la afamada "prensa especializada") cree que un empate ante Brasil es buen resultado. No hay nada más falso por la simple razón de que Chile, Paraguay, Uruguay y Ecuador (los rivales directos) están pensando en ganarle al scratch en su casa, y ya lo han logrado varios en eliminatorias pasadas. Con Bolivia es igual, muchos van a La Paz cuando ya está eliminada, buscando los 3 puntos. En la altura al menos hay que conseguir un empate.
Para ganarle a Brasil hay que hacer muchas cosas bien. Este equipo no es ni medio parecido a lo que mostró el Sao Paulo la noche anterior. El Brasil que viene a Bogotá no va a salir desbocado a atacar. Viene a esperar. Los brasileños como los argentinos le temen a la altura (pero los segundos deben estar planeando algo serio para contrarrestarla). No van a correr tanto y van a contraatacar con las fieras que tienen en el terreno de juego. Ellos pueden emplear esta estrategia porque saben que en cualquier jugada anotan y después tienen toda la técnica para manejar el partido a su antojo. Si Colombia quiere empatar, la estrategia de Maturana de tocar para los lados sin ninguna profundidad podría ser la más adecuada. Pero donde haya un pase malo y caiga en los pies de cualquiera de sus jugadores ofensivos (¿remember Higuita, Perea y Milla?), apague y vámonos.
Con Brasil hay que ser compactos, no debe haber mucho espacio entre líneas, y la concentración tiene que estar al tope. Espacio que se les dé, sea entre líneas o en el hombre a hombre, es definitivo para el resultado del partido. Si Colombia sale desbocada la golean, si sale a regalar la cancha también. Toca cortar y manejar el partido en el medio campo. Todo lejos de la portería de Julio (?). El corte del balón tiene que ser quirúrgico porque, primero, si al "Ringo" Amaya se le ocurre darle un patadón de esos que suele dar y que a los árbitros les encanta ignorar en el Atanasio Girardot, contra Kaká y Ronaldinho, sale expulsado de una; y segundo, porque cualquier falta cerca del área es 3/4 de gol para Brasil. Sería lo más lógico que Cristian "El Mago" Zapata fuera el central titular, porque es capitán de un equipo experto en defenderse y además ha enfrentado a Ricardo Kaká en varias oportunidades, pero a Pinto ése dato lo tiene sin cuidado.
Al equipo de Carlos Bledorn, le gusta jugar por las bandas, cambiando de frente con precisión cada vez que se pueda. Brasil tiene la ventaja de un superávit de laterales de calidad. Pinto tendrá que apretar por las bandas los 90 minutos porque un tandem Maicon-Robinho o Gilberto-Ronaldinho sería el final, sin descuidar la espalda de aquellos que llegan por sorpresa por la banda contraria.
Hay jugadores que definitivamente no deberían pisar el gramado de El Campín. El primero de ellos es el arquero Zapata. Si Ronaldinho lo ve, seguramente pensará: "Uy, ¿a éste no fue el que le metimos 9 la otra vez?". Se podría envalentonar y no queremos que Dinho se desquite de su mal trámite en el FC Barcelona con el seleccionado nacional. Otro, por razones obvias es el "Ringo" Amaya. Los jugadores toscos del Nacional creen que los árbitros internacionales les perdonan lo mismo que Óscar Julián y pues, no. Por esa misma línea va el "Pelícano" Banguero, que sólo rinde en la Corporación y nadie sabe por qué, pero todo el mundo se lo imagina. Sigue la línea de los bien troncos, ahí están incluidos Arizala y Vallejo, pero no hay mucho más por las bandas en el país del Sagrado Corazón. Luego están los que no juegan: Aquivaldo y Edixon. Quieren tildar a Rodallega como el nuevo Juan Pablo Ángel, Víctor Aristizábal o "Barrabás" Gómez, con la única y gran diferencia de que "Rodagol" sí es un buen jugador.
Colombia también tiene una falla muy grande en la creación. Todos sus volantes "10" - si así todavía se les puede llamar - son pechofríos. Giovanni Hernández es el campeón de todos, Macnelly lo ha demostrado varias veces en su corta carrera como futbolista y Aldo Leao Ramírez sólo juega bien contra la segunda del Millonarios, de resto, pagan por escondedero. Por eso, Colombia debería intentar jugar sin enganche hasta que otro "Pibe" Valderrama nazca para nuestro fútbol. Afortundamente existen jugadores con jerarquía como Falcao, Wason Rentería y Castrillón, que pueden darle el impulso necesario al equipo cuando los "10" se apaguen.
Con la pelota en los pies, habrá que tocar de primera y buscar la rapidez de Wason y la viveza de Falcao. Menos mal los brasileros son nobles, porque cualquier uruguayo ablanda a Aldo Leao y hasta ahí llega el 10. El generador de fútbol, actuando como cabeza de área, es entonces Castrillón, porque tiene visión, pase largo y movimientos efectivos en la cancha. Es el jugador por el que debe pasar el trámite del partido, el manejo de los tiempos. Serán muy pocas las oportunidades para Colombia porque este Brasil no deja espacios. Rentería y García tienen que definir la que les quede porque puede ser la única.
Brasil alínea un 4-4-2, variante 2-2-1-1. En la Copa América jugó con una alternancia en la media punta entre Robinho y la "Bestia" Baptista y en punta con Wagner Love. Baptista probablemente ya no será titular, cediéndole el puesto a Ronaldinho. Kaká, que está acostumbrado en el AC Milan a jugar de media punta, estará cumpliendo más funciones tácticas y será peligroso llegando de sorpresa, en la famosa jugada del mundial de Alemania del fuera de lugar pasivo que les funcionó tantas veces. También, en la media distancia con remates potentes que ni Julio ni Zapata medirán porque no actúan regularmente en la altura. De Ronaldinho pues no hay mucho más qué decir.
La idea es que no se pueden perder marcas, cualquier jugador de Brasil en posición de gol es peligroso, así sea el arquero. Todos tienen gran capacidad técnica. Especial cuidado con las proyecciones de Gilberto Silva y de Lucio.
El equipo de Pinto no es el ideal para afrontar al scratch. Su fracaso de la Copa América fue muy reciente y demostró todas sus debilidades ante el público colombiano. Se la jugó con los veteranos y terminó recibiendo cartas de renuncia de jugadores que ni siquiera fueron convocados, sólo con el ánimo de censurarlo. Ahora le tocó con lo que dejaron Lara y Rueda, jóvenes con convicciones y mentalidad ganadora, pero que no han tenido los suficientes partidos para conocer el resto de una nómina que no tiene credibilidad.
Todos quieren que Colombia gane y apoyan el proceso por el patriotismo únicamente porque por fútbol no hay como. Eso sí, el domingo por la tarde, si Colombia pierde todos le caeran encima al santandereano sin misericordia.
Ojalá el combinado patrio gane, pero lastimosamente en este país funciona más el "recíproco" de aquella famosa frase del filósofo más importante de nuestro tiempo: "Ganar, es perder un poco."
Probables formaciones:
Colombia: Julio; Vallejo, Mosquera, Moreno y Arizala; Sánchez y Castrillón; Ferreira y Ramírez; Rentería y García.
Brasil: Doni; Maicon, Lucio, Juan y Gilberto; Mineiro y Gilberto Silva; Kaká y Ronaldinho; Robinho y Wagner Love.
Temas
1. ¿Empatar con Brasil es un buen resultado?
2. ¿Es posible ganarle a Brasil o es cuestión de fe?
3. En Colombia, ¿ganar es perder un poco?
4. ¿Se siente un patriotismo vivo en los jugadores de la selección?
5. Formación tipo e impresiones generales.
Obelisco
Especial dedicatoria para el loquito Golll/Sandiadu de El Tiempo que no se pierde ninguna entrada de la Cultura Alternativa y que se hernia de la rabia cada vez que se publica una. Se le abona la insistencia por pertenecer a tan selecto grupo, pero no va a ser posible su vinculación.
Los colombianos viven mucho del momento y Pinto era ése técnico porque tenía al Cúcuta en los primeros lugares y a la postre lo llevaría a ser campeón. El mérito de Pinto para ser el responsable de la selección Colombia es ser campeón de la Mustang, y otro par de cosas más (que no dividía sería otra), pero lo más importante fue eso. Ahora, ¿ser campeón del FPC es mérito suficiente para ser técnico de la selección? No, cuando se sabe que entrenadores de la talla de Jaime de la Pava y Víctor Luna han tenido el mismo honor. Si hicieran una encuesta el día de hoy sobre quién debería ser el técnico de la selección, Vanemerack ganaría lejos. Y, ¿quién es Vanemerack cómo técnico?
El DT cada día se vuelve un personaje más importante en el fútbol. Hablando de seleccionados nacionales es la figura más importante porque puede elegir, de una larga lista de jugadores, cuales son los que meten, cuales no se arrugan, cuales funcionan, cuales no, cómo combinarlos, etc. El DT es el responsable directo de lo que pasa en el campo, mucho pero muchísmo más que los jugadores, porque él mismo fue el que los llamó. Además de las decisiones fundamentales en términos de cambios durante el partido.
Viene el tema calendario. Con el calendario de las últimas dos eliminatorias a Colombia le ha ido muy mal. Juega con un Bolivia vivo en las primeras fechas, tiene que enfrentar a Brasil como local en su debut, y muy pronto juega con Argentina. Además le toca buscar su clasificación de visita en Paraguay mientras Uruguay y Argentina juegan un amistoso. Fatal. La gestión se hizo, pero fue bloqueada principalmente por aquel sueño de buscar el mundial para el 2014, patrocinado por el Vicepresidente Francisco Santos. Todo el poder ejecutivo que pudiera tener la Federación se fue por el desague después de esa salida.
Bueno, pero el calendario es conocido, entonces, la Federación ya debía tener un plan para afrontar las adversidades mencionadas. Dejaron todo en manos de Pinto y Bolivia pasó a un segundo plano. El tema pasó por cámaras hiperbáricas (!). Las convocatorias deberían ser pensadas en par. Peckerman lo entendió así para la eliminatoria pasada y armó dos equipos cuando le tocó enfrentar a Bolivia. Hizo el análisis de cuáles le podían rendir mejor en La Paz y cuales tenían que quedarse a jugar en tierras gauchas. Obtuvo una victoria en aquella oportunidad con una brillante actuación de Galletti. Mientras tanto, Pinto tiene a Dayro Moreno y a Hidalgo, los dos goleadores del torneo, que juegan los dos en la altura, de descanso con la Mustang, cuando tendrían que estar adaptándose a las alturas bolivianas.
Lo peor de todo es la mediocridad rampante. La gran mayoría del pueblo futbolístico colombiano (incluida la afamada "prensa especializada") cree que un empate ante Brasil es buen resultado. No hay nada más falso por la simple razón de que Chile, Paraguay, Uruguay y Ecuador (los rivales directos) están pensando en ganarle al scratch en su casa, y ya lo han logrado varios en eliminatorias pasadas. Con Bolivia es igual, muchos van a La Paz cuando ya está eliminada, buscando los 3 puntos. En la altura al menos hay que conseguir un empate.
Para ganarle a Brasil hay que hacer muchas cosas bien. Este equipo no es ni medio parecido a lo que mostró el Sao Paulo la noche anterior. El Brasil que viene a Bogotá no va a salir desbocado a atacar. Viene a esperar. Los brasileños como los argentinos le temen a la altura (pero los segundos deben estar planeando algo serio para contrarrestarla). No van a correr tanto y van a contraatacar con las fieras que tienen en el terreno de juego. Ellos pueden emplear esta estrategia porque saben que en cualquier jugada anotan y después tienen toda la técnica para manejar el partido a su antojo. Si Colombia quiere empatar, la estrategia de Maturana de tocar para los lados sin ninguna profundidad podría ser la más adecuada. Pero donde haya un pase malo y caiga en los pies de cualquiera de sus jugadores ofensivos (¿remember Higuita, Perea y Milla?), apague y vámonos.
Con Brasil hay que ser compactos, no debe haber mucho espacio entre líneas, y la concentración tiene que estar al tope. Espacio que se les dé, sea entre líneas o en el hombre a hombre, es definitivo para el resultado del partido. Si Colombia sale desbocada la golean, si sale a regalar la cancha también. Toca cortar y manejar el partido en el medio campo. Todo lejos de la portería de Julio (?). El corte del balón tiene que ser quirúrgico porque, primero, si al "Ringo" Amaya se le ocurre darle un patadón de esos que suele dar y que a los árbitros les encanta ignorar en el Atanasio Girardot, contra Kaká y Ronaldinho, sale expulsado de una; y segundo, porque cualquier falta cerca del área es 3/4 de gol para Brasil. Sería lo más lógico que Cristian "El Mago" Zapata fuera el central titular, porque es capitán de un equipo experto en defenderse y además ha enfrentado a Ricardo Kaká en varias oportunidades, pero a Pinto ése dato lo tiene sin cuidado.
Al equipo de Carlos Bledorn, le gusta jugar por las bandas, cambiando de frente con precisión cada vez que se pueda. Brasil tiene la ventaja de un superávit de laterales de calidad. Pinto tendrá que apretar por las bandas los 90 minutos porque un tandem Maicon-Robinho o Gilberto-Ronaldinho sería el final, sin descuidar la espalda de aquellos que llegan por sorpresa por la banda contraria.
Hay jugadores que definitivamente no deberían pisar el gramado de El Campín. El primero de ellos es el arquero Zapata. Si Ronaldinho lo ve, seguramente pensará: "Uy, ¿a éste no fue el que le metimos 9 la otra vez?". Se podría envalentonar y no queremos que Dinho se desquite de su mal trámite en el FC Barcelona con el seleccionado nacional. Otro, por razones obvias es el "Ringo" Amaya. Los jugadores toscos del Nacional creen que los árbitros internacionales les perdonan lo mismo que Óscar Julián y pues, no. Por esa misma línea va el "Pelícano" Banguero, que sólo rinde en la Corporación y nadie sabe por qué, pero todo el mundo se lo imagina. Sigue la línea de los bien troncos, ahí están incluidos Arizala y Vallejo, pero no hay mucho más por las bandas en el país del Sagrado Corazón. Luego están los que no juegan: Aquivaldo y Edixon. Quieren tildar a Rodallega como el nuevo Juan Pablo Ángel, Víctor Aristizábal o "Barrabás" Gómez, con la única y gran diferencia de que "Rodagol" sí es un buen jugador.
Colombia también tiene una falla muy grande en la creación. Todos sus volantes "10" - si así todavía se les puede llamar - son pechofríos. Giovanni Hernández es el campeón de todos, Macnelly lo ha demostrado varias veces en su corta carrera como futbolista y Aldo Leao Ramírez sólo juega bien contra la segunda del Millonarios, de resto, pagan por escondedero. Por eso, Colombia debería intentar jugar sin enganche hasta que otro "Pibe" Valderrama nazca para nuestro fútbol. Afortundamente existen jugadores con jerarquía como Falcao, Wason Rentería y Castrillón, que pueden darle el impulso necesario al equipo cuando los "10" se apaguen.
Con la pelota en los pies, habrá que tocar de primera y buscar la rapidez de Wason y la viveza de Falcao. Menos mal los brasileros son nobles, porque cualquier uruguayo ablanda a Aldo Leao y hasta ahí llega el 10. El generador de fútbol, actuando como cabeza de área, es entonces Castrillón, porque tiene visión, pase largo y movimientos efectivos en la cancha. Es el jugador por el que debe pasar el trámite del partido, el manejo de los tiempos. Serán muy pocas las oportunidades para Colombia porque este Brasil no deja espacios. Rentería y García tienen que definir la que les quede porque puede ser la única.
Brasil alínea un 4-4-2, variante 2-2-1-1. En la Copa América jugó con una alternancia en la media punta entre Robinho y la "Bestia" Baptista y en punta con Wagner Love. Baptista probablemente ya no será titular, cediéndole el puesto a Ronaldinho. Kaká, que está acostumbrado en el AC Milan a jugar de media punta, estará cumpliendo más funciones tácticas y será peligroso llegando de sorpresa, en la famosa jugada del mundial de Alemania del fuera de lugar pasivo que les funcionó tantas veces. También, en la media distancia con remates potentes que ni Julio ni Zapata medirán porque no actúan regularmente en la altura. De Ronaldinho pues no hay mucho más qué decir.
La idea es que no se pueden perder marcas, cualquier jugador de Brasil en posición de gol es peligroso, así sea el arquero. Todos tienen gran capacidad técnica. Especial cuidado con las proyecciones de Gilberto Silva y de Lucio.
El equipo de Pinto no es el ideal para afrontar al scratch. Su fracaso de la Copa América fue muy reciente y demostró todas sus debilidades ante el público colombiano. Se la jugó con los veteranos y terminó recibiendo cartas de renuncia de jugadores que ni siquiera fueron convocados, sólo con el ánimo de censurarlo. Ahora le tocó con lo que dejaron Lara y Rueda, jóvenes con convicciones y mentalidad ganadora, pero que no han tenido los suficientes partidos para conocer el resto de una nómina que no tiene credibilidad.
Todos quieren que Colombia gane y apoyan el proceso por el patriotismo únicamente porque por fútbol no hay como. Eso sí, el domingo por la tarde, si Colombia pierde todos le caeran encima al santandereano sin misericordia.
Ojalá el combinado patrio gane, pero lastimosamente en este país funciona más el "recíproco" de aquella famosa frase del filósofo más importante de nuestro tiempo: "Ganar, es perder un poco."
Probables formaciones:
Colombia: Julio; Vallejo, Mosquera, Moreno y Arizala; Sánchez y Castrillón; Ferreira y Ramírez; Rentería y García.
Brasil: Doni; Maicon, Lucio, Juan y Gilberto; Mineiro y Gilberto Silva; Kaká y Ronaldinho; Robinho y Wagner Love.
Temas
1. ¿Empatar con Brasil es un buen resultado?
2. ¿Es posible ganarle a Brasil o es cuestión de fe?
3. En Colombia, ¿ganar es perder un poco?
4. ¿Se siente un patriotismo vivo en los jugadores de la selección?
5. Formación tipo e impresiones generales.
Obelisco
Especial dedicatoria para el loquito Golll/Sandiadu de El Tiempo que no se pierde ninguna entrada de la Cultura Alternativa y que se hernia de la rabia cada vez que se publica una. Se le abona la insistencia por pertenecer a tan selecto grupo, pero no va a ser posible su vinculación.
Etiquetas: brasil, dunga, eliminatoria sudáfrica 2010, Jorge Luis Pinto, selección Colombia
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