Comunión (Cali 2008)
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La crisis deportiva del único club es innegable y probablemente la más vergonzosa que se haya vivido hasta el momento. El equipo de Otero y Labruna pronto se graduará como el peor Deportivo Cali de la historia. Así de mal está la situación.
Al día de hoy, hinchas, directivos y plantel profesional no se pueden ni ver y trabajan casi todos de manera independiente. Hay que unirlos de nuevo. En este momento es imposible porque las diferencias y el malestar son demasiado grandes. En un futuro, la situación se tiene que mitigar de alguna forma que no permita una división tan profunda.
Cuando se inauguró la primera tribuna del estadio, los hinchas del Deportivo Cali asistieron masivamente al evento. Esto, sin importar la posición en la tabla o el momento futbolístico del equipo. Fue un sentimiento. El estadio es el gran valor que puede unir a la hinchada más culta. Aunque no se puede quedar solo en eso.
Hace poco, se presentó la propuesta de celebración del día del Deportivo Cali. Algo muy diferente a lo que pasa con otros equipos como el Atlético Nacional. En el Montañero, el Sr. Ardilla Lulle utiliza todos sus conocimientos de mercadeo para que no se pierda platica en los partidos más malos de la temporada. Entonces, dice celebrar el día del hincha verdolaga cuando se presenta el partido menos taquillero del torneo. Los verdolagas asisten como borregos a llenarle las arcas a este señor y después salen a sacar pecho por un equipo que ni siquiera es de ellos.
La propuesta para el Glorioso sería muy diferente: celebrar un día, ojalá en el nuevo estadio , con una fecha fija y significativa, que puede ser durante la pretemporada, en la que se haga homenaje a las viejas glorias del equipo, haya todo tipo de eventos, y el equipo titular del momento juegue un amistoso con algún equipo internacional de envergadura. Obviamente con rifas y juegos para que toda la familia asista. La celebración puede hacerse anualmente o bianualmente, y con el único objetivo de recordarle a la gente que tiene que estar más con el Cali y menos en su contra; rehacer al Cali con una mentalidad diferente en el hincha. Y que se celebre el día independientemente de cómo esté en la tabla, volverla una costumbre que integre así sea por una tarde todas las instancias del Cali, olvidando el dolor y el resentimiento que pueda existir en el momento. La fiesta no puede tener por ningún motivo un objetivo mercantilista (sin que tampoco dé pérdidas sensibles). Debe ser un día de alegría y comunión.
Por otro lado, y aunque no haya funcionado en el pasado, es imperativo un departamento de prensa, con asesoría especializada. Es increible ver la cantidad de rumores y chismes que se forman alrededor del único grande vallecaucano. También las desafortunadas declaraciones de la cúpula directiva casi todos los días en los medios de comunicación. El daño que le hacen los comentarios precipitados del Presidente Otoya y otros directivos es inmenso. En este preciso momento la capacidad política de cada uno de los miembros del Comité Directivo puede determinar lo que va a pasar por los próximos dos años. Hasta ahora ha habido fallas monumentales en su manejo con la prensa y la hinchada. Tanto, que ya hizo carrera que ninguno de ellos sabe de fútbol o que tienen los pantalones para manejar la Asociación, y en los programas deportivos le dedican por lo menos 30 minutos a desprestigiar y desmentir a los mismos directivos. No tiene que necesariamente hacerse todo a través de un vocero, pero sí tiene que haber un asesor el 100% del tiempo al lado velando por la buena imagen del equipo y su Junta Directiva. Ellos están en un puesto altamente político y como tal lo tienen que manejar. O si no, pregúntenle a Macri.
Algunos dirán que la única forma de volver a la unidad es con títulos. Pero aún así, cuando estaba Pedro Sarmiento y su campaña resultadista, también había mucha división. Los resultados no pueden ser lo único que integre al equipo. Hay que buscar otros medios (ya se han propuesto varios en este espacio) para que el hincha vuelva a sentir la pasión verdiblanca, muy por encima de los resultados futbolísticos, que sin duda, también se tienen que dar. El trabajo de la Asociación en este aspecto ha sido cuando menos, pobre, hasta donde el hincha normal puede saber.
El fanático azucarero no puede esperar a que el Club llegue a la quiebra o que esté peleando el descenso para volver a acompañar. Es menester de la la cúpula dirigente dedicarle tiempo a recuperar a todos los hinchas que perdieron durante estos dos años, y repito, no solamente con resultados lo van a lograr, o por lo menos, no permanentemente.
Temas
1. ¿Es este el peor Deportivo Cali de la historia en todas sus instancias?
2. ¿Qué fecha proponen para celebrar el día del Deportivo Cali? ¿Cómo le llamarían y por qué?
3. ¿Qué tan político es el cargo de los dirigentes?
4. ¿Es necesaria una oficina de prensa?
Obelisco
Gracias a Hernando por la foto del estadio.
Al día de hoy, hinchas, directivos y plantel profesional no se pueden ni ver y trabajan casi todos de manera independiente. Hay que unirlos de nuevo. En este momento es imposible porque las diferencias y el malestar son demasiado grandes. En un futuro, la situación se tiene que mitigar de alguna forma que no permita una división tan profunda.
Cuando se inauguró la primera tribuna del estadio, los hinchas del Deportivo Cali asistieron masivamente al evento. Esto, sin importar la posición en la tabla o el momento futbolístico del equipo. Fue un sentimiento. El estadio es el gran valor que puede unir a la hinchada más culta. Aunque no se puede quedar solo en eso.
Hace poco, se presentó la propuesta de celebración del día del Deportivo Cali. Algo muy diferente a lo que pasa con otros equipos como el Atlético Nacional. En el Montañero, el Sr. Ardilla Lulle utiliza todos sus conocimientos de mercadeo para que no se pierda platica en los partidos más malos de la temporada. Entonces, dice celebrar el día del hincha verdolaga cuando se presenta el partido menos taquillero del torneo. Los verdolagas asisten como borregos a llenarle las arcas a este señor y después salen a sacar pecho por un equipo que ni siquiera es de ellos.
La propuesta para el Glorioso sería muy diferente: celebrar un día, ojalá en el nuevo estadio , con una fecha fija y significativa, que puede ser durante la pretemporada, en la que se haga homenaje a las viejas glorias del equipo, haya todo tipo de eventos, y el equipo titular del momento juegue un amistoso con algún equipo internacional de envergadura. Obviamente con rifas y juegos para que toda la familia asista. La celebración puede hacerse anualmente o bianualmente, y con el único objetivo de recordarle a la gente que tiene que estar más con el Cali y menos en su contra; rehacer al Cali con una mentalidad diferente en el hincha. Y que se celebre el día independientemente de cómo esté en la tabla, volverla una costumbre que integre así sea por una tarde todas las instancias del Cali, olvidando el dolor y el resentimiento que pueda existir en el momento. La fiesta no puede tener por ningún motivo un objetivo mercantilista (sin que tampoco dé pérdidas sensibles). Debe ser un día de alegría y comunión.
Por otro lado, y aunque no haya funcionado en el pasado, es imperativo un departamento de prensa, con asesoría especializada. Es increible ver la cantidad de rumores y chismes que se forman alrededor del único grande vallecaucano. También las desafortunadas declaraciones de la cúpula directiva casi todos los días en los medios de comunicación. El daño que le hacen los comentarios precipitados del Presidente Otoya y otros directivos es inmenso. En este preciso momento la capacidad política de cada uno de los miembros del Comité Directivo puede determinar lo que va a pasar por los próximos dos años. Hasta ahora ha habido fallas monumentales en su manejo con la prensa y la hinchada. Tanto, que ya hizo carrera que ninguno de ellos sabe de fútbol o que tienen los pantalones para manejar la Asociación, y en los programas deportivos le dedican por lo menos 30 minutos a desprestigiar y desmentir a los mismos directivos. No tiene que necesariamente hacerse todo a través de un vocero, pero sí tiene que haber un asesor el 100% del tiempo al lado velando por la buena imagen del equipo y su Junta Directiva. Ellos están en un puesto altamente político y como tal lo tienen que manejar. O si no, pregúntenle a Macri.
Algunos dirán que la única forma de volver a la unidad es con títulos. Pero aún así, cuando estaba Pedro Sarmiento y su campaña resultadista, también había mucha división. Los resultados no pueden ser lo único que integre al equipo. Hay que buscar otros medios (ya se han propuesto varios en este espacio) para que el hincha vuelva a sentir la pasión verdiblanca, muy por encima de los resultados futbolísticos, que sin duda, también se tienen que dar. El trabajo de la Asociación en este aspecto ha sido cuando menos, pobre, hasta donde el hincha normal puede saber.
El fanático azucarero no puede esperar a que el Club llegue a la quiebra o que esté peleando el descenso para volver a acompañar. Es menester de la la cúpula dirigente dedicarle tiempo a recuperar a todos los hinchas que perdieron durante estos dos años, y repito, no solamente con resultados lo van a lograr, o por lo menos, no permanentemente.
Temas
1. ¿Es este el peor Deportivo Cali de la historia en todas sus instancias?
2. ¿Qué fecha proponen para celebrar el día del Deportivo Cali? ¿Cómo le llamarían y por qué?
3. ¿Qué tan político es el cargo de los dirigentes?
4. ¿Es necesaria una oficina de prensa?
Obelisco
Gracias a Hernando por la foto del estadio.
Etiquetas: cali 2008, deportivo cali, editorial, estadio del cali, hinchada, junta
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