Lara nos deja coleros
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Los resultados pueden ser mentirosos. Clasificamos primeros en nuestro grupo de la sub-20 pero sin jugar bien. El periodismo amarillista sin embargo se dejó deslumbrar por las individualidades y no pararon a mirar el equipo. Y como siempre lo digo, el fútbol es un juego de equipo, en todas las categorías.
El viernes vivimos uno de los sucesos más tristes de nuestra historia futbolística. Sobre el papel, enfrentábamos al más débil del grupo. Eduardo Lara decidió ponerse a inventar un esquema de 3-5-2 que en Colombia sólo juega el DIM de Luna. Los pelaos obviamente no pueden entender de la noche a la mañana cómo es esa formación. Además, no tenemos los jugadores para ese esquema. Es ridículo poner de volante carrilero a un jugador con perfil cambiado y que no es la gran cosa (Rojas). Tampoco es muy inteligente poner en la ofensiva a tres enanos (Cárdenas, Pino y Quintero) si lo que intentás es desbordar y meter centros a la olla. La debacle ocurrió y todos los jugadores tuvieron la peor tarde de sus vidas. No se salva ninguno. Los nuestros, Loboa y Bernal, estuvieron fatales. Los demás también: Quintero perdió todo lo que recibió, Cárdenas no se mostró, Pino se desapareció y la línea defensiva hizo agua todo el partido. Hasta Libis Arenas, figura de los anteriores partidos, se comió por lo menos 2 de los 5 que nos metieron.
Después sale Lara a decir que los jugadores no hicieron lo que él les mandó. Una lavada de manos que no gusta. Como tampoco gusta que no dén la cara cuando pierden. En las derrotas se conoce a la personas, y la sub-20 no fué capaz de explicar lo que pasó en la rueda de prensa posterior al partido. Se negaron a asistir.
Pasada la tempestad, el partido contra Uruguay se plantea mejor. Un 4-3-1-2 claro, con Quintero nuevamente de enganche, y esta vez con los dos negros en punta (Chalar y Mosquera). Supongo que el objetivo de ponerlos era pasar sobre la presión uruguaya y ganar los rebotes para generar más volumen ofensivo. El equipo mejoró en la línea defensiva. Loboa tuvo un muy buen primer tiempo, los defensas no se encartaban (ni siquiera "El Colador" Bermúdez) y la primera de volantes recuperaba bien y pasaba sin problema. En la ofensiva, nuevamente Quintero no estuvo a la altura de su responsabilidad, y Chalar y Mosquera no pudieron cumplir con anotaciones. Es imperdonable que un jugador como Mosquera no sea capaz de "meter la pata" en centros de la muerte, esperando a ver qué pasa. Chalar es un jugador muy limitado y poco fundamentado. Uruguay se equivocó varias veces y no pudimos cobrar. Nosotros nos equivocamos dos veces y nos cobraron por ventanilla.
Loboa pierde el balón cerca del área y genera una jugada de peligro, donde nuevamente llega un delantero sin marca y solitario convierte el gol. Nadie lo referencia. Lara se dá cuenta que con los dos morochos arriba no puede hacer mayor cosa, y con un Uruguay tirado atrás, decide poner toda la carne en el asador y jugar con tres delanteros. Pino ingresa y genera peligro. Quintero parecía estar despertando pero Lara lo cambia por un inoficioso Reina. Cárdenas entra para el final y el equipo mejora. Pero con las dos puntas que tenemos no le marcamos a nadie. Faltando poco para acabar el partido, se pierde otro balón en la mitad del terreno que propicia un efectivo contragolpe uruguayo. Vacunados y coleros.
Considero normal que se cometan errores en estas categorías. La falta de experiencia en estos jugadores causa que se presenten múltiples jugadas de gol. Eso no debe sorprendernos. Sin embargo, cuando los demás cometen los errores, nosotros no tenemos con qué cobrar. O mejor, sí tenemos pero, o los tenemos en la banca o en posiciones equivocadas.
El desempeño de esta selección como equipo es paupérrimo. Es inconcebible que un técnico no pueda tener el equipo montado después de tantos partidos. Hugo Tocalli sí pudo, ¿por qué Lara no? Falta de materia prima no es. Conocemos el fútbol de varios jugadores de la selección y no lo están mostrando. No creo que se les haya olvidado de un día para otro.
Hay que mencionar también el aspecto mental y en esto no veo que el técnico haya desarrollado algún plan. Las selecciones juveniles colombianas tienen que trabajarlo, tanto o más que en lo físico y técnico. El asunto psicológico es lo que nos tiene en la olla desde hace rato, pero nadie elabora un plan decente para solucionarlo. Después de tres años Lara ha debido detectar esto, proponer un plan e implementarlo. No se ha hecho y los Pinos, Quinteros y Reinas todavía siguen pensando en los huevos del gallo cada vez que entran al terreno de juego. Así no se puede.
El viernes vivimos uno de los sucesos más tristes de nuestra historia futbolística. Sobre el papel, enfrentábamos al más débil del grupo. Eduardo Lara decidió ponerse a inventar un esquema de 3-5-2 que en Colombia sólo juega el DIM de Luna. Los pelaos obviamente no pueden entender de la noche a la mañana cómo es esa formación. Además, no tenemos los jugadores para ese esquema. Es ridículo poner de volante carrilero a un jugador con perfil cambiado y que no es la gran cosa (Rojas). Tampoco es muy inteligente poner en la ofensiva a tres enanos (Cárdenas, Pino y Quintero) si lo que intentás es desbordar y meter centros a la olla. La debacle ocurrió y todos los jugadores tuvieron la peor tarde de sus vidas. No se salva ninguno. Los nuestros, Loboa y Bernal, estuvieron fatales. Los demás también: Quintero perdió todo lo que recibió, Cárdenas no se mostró, Pino se desapareció y la línea defensiva hizo agua todo el partido. Hasta Libis Arenas, figura de los anteriores partidos, se comió por lo menos 2 de los 5 que nos metieron.
Después sale Lara a decir que los jugadores no hicieron lo que él les mandó. Una lavada de manos que no gusta. Como tampoco gusta que no dén la cara cuando pierden. En las derrotas se conoce a la personas, y la sub-20 no fué capaz de explicar lo que pasó en la rueda de prensa posterior al partido. Se negaron a asistir.
Pasada la tempestad, el partido contra Uruguay se plantea mejor. Un 4-3-1-2 claro, con Quintero nuevamente de enganche, y esta vez con los dos negros en punta (Chalar y Mosquera). Supongo que el objetivo de ponerlos era pasar sobre la presión uruguaya y ganar los rebotes para generar más volumen ofensivo. El equipo mejoró en la línea defensiva. Loboa tuvo un muy buen primer tiempo, los defensas no se encartaban (ni siquiera "El Colador" Bermúdez) y la primera de volantes recuperaba bien y pasaba sin problema. En la ofensiva, nuevamente Quintero no estuvo a la altura de su responsabilidad, y Chalar y Mosquera no pudieron cumplir con anotaciones. Es imperdonable que un jugador como Mosquera no sea capaz de "meter la pata" en centros de la muerte, esperando a ver qué pasa. Chalar es un jugador muy limitado y poco fundamentado. Uruguay se equivocó varias veces y no pudimos cobrar. Nosotros nos equivocamos dos veces y nos cobraron por ventanilla.
Loboa pierde el balón cerca del área y genera una jugada de peligro, donde nuevamente llega un delantero sin marca y solitario convierte el gol. Nadie lo referencia. Lara se dá cuenta que con los dos morochos arriba no puede hacer mayor cosa, y con un Uruguay tirado atrás, decide poner toda la carne en el asador y jugar con tres delanteros. Pino ingresa y genera peligro. Quintero parecía estar despertando pero Lara lo cambia por un inoficioso Reina. Cárdenas entra para el final y el equipo mejora. Pero con las dos puntas que tenemos no le marcamos a nadie. Faltando poco para acabar el partido, se pierde otro balón en la mitad del terreno que propicia un efectivo contragolpe uruguayo. Vacunados y coleros.
Considero normal que se cometan errores en estas categorías. La falta de experiencia en estos jugadores causa que se presenten múltiples jugadas de gol. Eso no debe sorprendernos. Sin embargo, cuando los demás cometen los errores, nosotros no tenemos con qué cobrar. O mejor, sí tenemos pero, o los tenemos en la banca o en posiciones equivocadas.
El desempeño de esta selección como equipo es paupérrimo. Es inconcebible que un técnico no pueda tener el equipo montado después de tantos partidos. Hugo Tocalli sí pudo, ¿por qué Lara no? Falta de materia prima no es. Conocemos el fútbol de varios jugadores de la selección y no lo están mostrando. No creo que se les haya olvidado de un día para otro.
Hay que mencionar también el aspecto mental y en esto no veo que el técnico haya desarrollado algún plan. Las selecciones juveniles colombianas tienen que trabajarlo, tanto o más que en lo físico y técnico. El asunto psicológico es lo que nos tiene en la olla desde hace rato, pero nadie elabora un plan decente para solucionarlo. Después de tres años Lara ha debido detectar esto, proponer un plan e implementarlo. No se ha hecho y los Pinos, Quinteros y Reinas todavía siguen pensando en los huevos del gallo cada vez que entran al terreno de juego. Así no se puede.
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El partido Brasil vs. Chile presentó incidentes cuando Albert Duarte (árbitro colombiano) señala un penalti en contra de Brasil en el tiempo de reposición. Por lo que ví, fué una jugada peligrosa que se debe marcar como tiro indirecto. Ustedes me corregirán.
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En las horas de la mañana la táctica y la técnica se enfrentaron en la Premier League. La técnica ganó. Gran partido. Hay que resaltar el trabajo de los técnicos Wenger y Ferguson, a uno le encanta el balón pegado al piso y con juego vistoso; al otro le gusta el juego rápido y efectivo, presionando siempre y no dejando jugar. Ambos técnicos tienen una billetera limitada, o al menos más limitada que Mourinho, y han mostrado progresos significativos en el funcionamiento de sus equipos temporada tras temporada, así no tengan trofeos recientes para mostrar. No me cabe la menor duda que pronto, ambos técnicos, volverán a sumar estrellas y copas para sus equipos. Por eso la fanaticada les tiene paciencia.
Temas
1. ¿Tenemos materia prima en la juvenil?
2. ¿Dónde está el error?
3. ¿Es posible reponerse con el juego que tenemos?
Obelisco
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1. ¿Tenemos materia prima en la juvenil?
2. ¿Dónde está el error?
3. ¿Es posible reponerse con el juego que tenemos?
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