¡OTRA VEZ LÍDERES!
Por: Tigrebenitez.
En la columna anterior dije que una de las cosas que no me gustaba de Don Humberto era que hiciera permanentemente negocios de jugadores con el colero (Corpo). Pues bien, la otra era la contratación de técnicos de la rosca paisa para el Cali. Por citar unos pocos, está el triste Luis Fdo Suárez; el "9-0" Álvarez y cerró con Sarmiento su gestión como Presiente, con la frustración de no haber podido traer a Bolillo. (¡Gracias a Dios!)
Al parecer por problemas de indisciplina durante la Copa Libertadores en Buenos Aires, conocida y permitida por Quintabani, salió del equipo el buen arquero, en mi concepto, Dario Sala.
Entonces, otra metida de pata, llegó como arquero Leonardo Díaz, apodado “Batman”. Sobre este apodo creí que era porque el apócope de su nombre + su apellido, "Leo Díaz" es parecido al nombre del superhéroe: ”Bruno Diaz”. Me equivoqué. Después entendí que se trataba de un comic, o peor aun, una caricatura, de una burla al murciélago del Salón de la Justicia. ¡QUE MALO!
Una temporada plagada de errores, llevó a la dirigencia a regalar por solo U$ 400.000 al "Viejo" Patiño al fútbol argentino. Primero a préstamo a Newells y después mal negociado a River por la suma anotada, la cual se llevó en un elevado sueldo más la cometa de un exdirigente: el Hondureño Pavón, Carlos Pavón. (¡Por qué al Cali, Señor!)
Igualmente, y por una suma mayor, U$ 1’200.000 Colón de Santa Fé nos perdonó por haberles enviado a Mina Polo y compró al “Príncipe" Giovanni Hernández. Claro que lo de Mina Polo nos lo cobró durísimo al enviar a la referida imitación del murciélago superhéroe.
Una reflexión, ¿sería que el arquero usaba el mismo antifaz que Batman, pero sin agujeros en los ojos? Eso explicaría porque no veía ni una. Hmm... a lo mejor.
Como nos encanta armar a los demás equipos para que después nos cobren por ventanilla, armamos al Tolima del funesto Senador "Pio pio" Camargo, con los préstamos de "Churta", "Cocho" y "Chaza". Los 3 figurones del Tolima campeón, convirtieron cada uno su penal en la final.
Para reforzar la nómina, ese mismo año, regresaron varios jugadores de la casa: Mayer, El ex General Bedoya, Caracho, (¿recuerdan qué campañón en el Huila luciendo la No. 9?), el goleador Milton (tenía una deuda impresionante de goles con el Cali y se desquitó, ahora les cuento), "Caliche" Salazar (otro con deuda, pero de fútbol, que nunca pudo pagar) y el "Cachorro" Belalcázar (a este le creo y aun lo espero).
Siguiendo la línea de desatinos, nombró la Junta como asistente al hoy técnico de los coleros (corpo) a quien no puedo referirme por su nombre, desde que compré un filtro que en mi computador no permite mencionar por nombre propio nada que tenga que ver con el colero.
Por salvar al Huila del descenso, la dirigencia del Cali pensó que este fracasado técnico podría dar una mano. ¡Cuan equivocados estaban! Ni hablar que para el 2004 lo nombraron técnico en propiedad y rápidamente le tocó volver a los 43° centigrados del Plazas Alcid con el rabo entre las piernas.
No obstante lo perverso del cuerpo técnico, y el remedo de arquero con ínfulas de superhéroe, gracias a la gran nómina, el Deportivo Cali durante gran parte del campeonato fue líder. Desde ese año, 2003, NO ERAMOS LIDERES.
Ni con el hoy técnico del colero, ni con el destituido técnico del "Chepas" Caldas, ni con Peluffo, ni Sarmiento fuimos líderes nunca. Si me equivoco en este concepto, agradezco la corrección, pero en todo caso, referirme a esa época, me ayudo a escribir estas líneas. ¡No importa!
Como perla de ese campeonato, debemos recordar que veintitrés millones de pesos ($23’000.000) al mes eran destinados a pagarle el salario al jugador que el domingo pasado insinuó que el único club colombiano, el más grande, serio y honorable, MI DEPORTIVO CALI, había pasado plata para comprar el partido.
¿Qué será lo que hace el Cali, mas que consentirlos y llenarles puntualmente la cuenta con sumas de varios 0000000000, para que después salgan rajando del club?
Sobre este punto, cabe preguntarse, ¿si el Cali hubiera comprado el partido, no le quedaba más fácil al árbitro pitar alguna de las 2 jugadas dudosas dentro del área (contra Carrillo y Ferreyra) como penalti a favor del Cali, que adicionar tiempo esperando el gol del triunfo?
Ni hablar del día en que Álvarez sustituyó al susodicho No. 23 en un partido y salió “madriando" a diestra y siniestra y reventó una botella de agua contra el banco.
Para eso lo reencauchamos, lo revivimos del "Chepas" Caldas, para que fuera goleador con el glorioso Verdiblanco al que hoy vapulea. Así paga el diablo………., dice mi mamá; o cría cuervos ….…… dice mi abuela.
Ahora desde Chile, dijo que ese "gesto" quería decir "cagón". Esa disculpa insulta la inteligencia de los hinchas del Cali. Lo invito a tener "guevos" y aceptar lo que dijo con su lenguaje callejero de gesticular con las manos "la compra del partido". ¿Cómo así que cagones? ¿cagones de qué? pregunto yo, ¿de ganar 3-2? Cagón vos No. 23, es de hombres poner la cara y vos no la has puesto.
Una vez clasificado a los cuadrangulares, insisto, con el técnico, su asistente y el arquero en contra, el Cali salió primero del grupo, superando a Pasto (esa vez sí), al Magdalena (vengando la goleada que sacó al Pecoso en Santa Marta) y a Millonarios en la mejor victoria del año: Tarde de sol, sangre arena, dice el grupo Niche. Esa fue una tarde dominguera, soleada y con la gallina azul en frente. Fácil, pensaba yo, cuando temprano el Cali ya ganaba por 2-0. Para el 2º tiempo, el equipo se relajó, el técnico desarmó la formación con cambios de locura y la gallina empato: 2-2. ¡Que tristeza!, después de ir ganando por 2 de visitante. Uno de los cambios desarmadores, sirvió para que a la cancha entrara un jugador al que pocas o nulas oportunidades le dio Álvarez en el campeonato, sin ritmo y aburrido de chupar banca: Milton Rodríguez. Pues bien, el reloj marcaba 43 del segundo tiempo, tiro de esquina a favor del Cali, doble cabezazo en el área y la pecosa al fondo: Milton marcó su único gol del año, del que en una entrevista se refirió como su mejor anotación y la que más felicidad le había dado en su carrera. A propósito, Milton también salió mal del Cali y peleando. ¡Gloria a Dios!, Álvarez se había equivocado y no había podido desarmar el equipo del todo, uno de los cambios le falló y anotó el gol del triunfo.
Saben una cosa, hubiera sido mejor no ganarle al Pasto. Una vez matriculados en la final, Álvarez sacó su vademécum traído de Londrina en Paraguay (¿han oído algo de un 9-0?) y para enfrentar al Tolima en Ibagué dejó los mejores titulares en el banco de suplentes. Con un planteamiento ultradefensivo, (en el papel, porque en la realidad nos pasearon) saltó el Cali a la cancha para devolverse derrotado por 2-0.
Necesitábamos ganar por 3 goles para campeonar directamente. Durante la semana, el verso de siempre cuando se va en desventaja, cuando lo mejor es irse arriba en el marcador, poner condiciones y desesperar al rival. (¿Aprendiste la lección de Quintabani, no, Sarmiento?)
El domingo en el Pascual, Murillo se echó el equipo al hombro, marcó un soberbio golazo de 25 mts. Mayer se asoció con él como lo hacía en sus mejores épocas con Arley. Incluso el antes mencionado No. 23, hoy santafereño, anotó de cabeza, peinando un balón de costado. Partido a muerte, pero el autogol de Bedoya, para un definitivo 3-1, no nos permitía colgar la estrella directamente del escudo, debíamos ir a definición por penales.
Eso de "tiros libres desde el punto penal" es verso, son penales y listo. Tampoco me gusta lo de la "lotería de los penales", verso igualmente. El cobrador tiene todas las de ganar y el arquero todas las de perder. Penal botado es error, no mala suerte en la lotería.
La mano se la ganó el "Cheque" García a Álvarez y desde los 12 mts hicimos campeón por primera y creo que única oportunidad al Tolima. Supo aprovechar la papaya que les dimos, y que dudo que se les vuelva a presentar.
Ese torneo, nos tuvimos que conformar con los 56 puntos cosechados tras 26 juegos, con un invicto de 9 fechas y solamente 4 derrotas, como el mejor equipo del año. Victoria moral, nada más.
Desde ahí se impuso la moda, gracias al Tolima, de entrar de último a los cuadrangulares y ganar el título, moda que con Sarmiento continuamos, pero de la cual espero salgamos. Ya el Pasto nos dio una mano.
Este año, como en aquel 2003, nuevamente somos líderes y espero que así sigamos, cabalgando torneos de punta a punta, sin mediocridad, sin tácticas murciélago, sin dudas en el funcionamiento, sin especular, simplemente jugando bien.
Para unos el fin es lo que importa, no interesa cómo se juegue, lo que importa es entrar al cuadrangular, así sea raspando y llegar al título. Para otros, me incluyo, nos gusta más la forma, el camino recorrido para llegar a esa estrella, ganando, jugando bien, que igual el título llega solo.
¿Dónde se ubican ustedes?
Chau.
Tigrebenitez.
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