Obelisco - Cultura Alternativa del Fútbol - Deportivo Cali

jueves, enero 29, 2009

Sin ruido en el ambiente

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Hace tres décadas, tener un televisor era un lujo, la radio, por lo tanto, manejaba la información de los equipos. Los hinchas del fútbol se orientaban por lo que los periodistas de la época (los mismos de ahora) decían acerca de sus escuadras favoritas. Luego, en el estadio, corroboraban de alguna forma las premisas que tenían como seguras de los programas radiales del medio día. Nadie faltaba sin su radio transistor al oído.

A principios de los ochentas la opinión en la radio vallecaucana la manejaban la Guerrilla Deportiva y después los Cabecillas del Deporte. Vicente Gallego Blanco y Marino Millán eran los representates del Cali y, en teoría, lo defendían de la amenaza latente que eran en ese momento Mario Alfonso Escobar y Óscar Rentería.

La radio se hizo más fuerte porque las señales de televisión en vivo eran escasas. Los espacios estaban determinados a las televisoras por horas, por lo que, para transmitir un partido había que pedirle permiso a Punch, Audiovisuales y RTI. Si uno de ellos no cedía su espacio, no había fútbol. No era inusual la larga tanda de agradecimientos a las programadoras antes de cualquier encuentro televisado.

El surgimiento de la Delincuencia en los años 80 - equipo de medio pelo que nunca pudo ganar nada decentemente - puso a los periodistas fanáticos del rojo en el curubito. Ayudados por fuerzas oscuras, manejaron como quisieron la opinión vallecaucana, mientras los antiguos defensores del Cali se quedaban callados, asustados por lo que podía pasar si hablaban en contra del Juguete de Miguel. Marino Millán terminó siendo muy amigo de los señores de Drogas La Rebaja y Gallego Blanco se dedicó a hablar de toros, soportando toda clase de burlas por parte de MAO y sus secuaces.

Pronto la televisión empezó a producir programas deportivos. Tal véz el más recordado fue Teledeportes con Hernán Peláez y Carlos Antonio Vélez. En esa época Vélez era el sidekick de Peláez; hoy, ambos son tenores y Vélez tiene su propio sidekick ("Bocha" Jiménez). Aquel programa no era sólo futbolístico, hablaban de todos los deportes juiciosamente los lunes en la noche. Las imágenes las transmitían a través de un aparato curioso llamado el "Cuchuflí", que ya tiene su sitial dentro del Bestiario del Balón. Iván Mejía Álvarez entraría después al ámbito televisivo con su espacio noticioso en "Criptón (El Noticiero)".

En cuanto a la narración y comentarios de partidos por televisión, el personaje importante era Andrés Salcedo, quien manejaba todo el fútbol alemán a través de la cadena Transtel. El "Porotico" Hassler, Karl Heinz "Caperucita Roja" Rummenigge eran personajes reconocidos en todo el país por las buenas narraciones del periodista costeño. Un brillante registro de voz y unos comentarios oportunos y divertidos lo convirtieron en un ícono del periodismo deportivo nacional. Muchos años después volvería al país, y su impacto no sería el mismo de las transmisiones de la Bundesliga o del programa de variedades Telematch.

Mientras el fútbol evolucionaba, el comentario radial y televisivo hacía lo contrario. MAO se quedaba en burlas, toros y noticias sesgadas; Marino Millán perdió toda la energía de sus comentarios; Óscar Rentería no pasó de creer que todo se arregla cambiando de técnico o de un jugador en la nómina. Pocos se salvaron: el héroe de finales de los 80 y mediados de los noventa fue Jairo Aristizábal Ossa, narrador excelso, con un estilo propio, justo en sus comentarios y bárbaro a la hora de celebrar los goles verdiblancos ("No lo vayás a dejar voltear, no lo dejés voltear... !la metiooooooooooó!). También estuvo presente en los inicios de Telepacífico con el fútbol italiano, los domingos en la mañana.

Eso en el Valle, porque a nivel nacional, los televidentes tuvieron que sufrir a Édgar Perea narrando la Copa de Pablo. Un periodista que se tornó famoso por atribuirles la omnipresencia a los jugadores en el campo (Usuriaga se la pasa a .... Usuriaga, "Bendito" Fajardo la centra para ... el "Bendito" Fajardo). Situaciones como esta sólo ocurrieron en los Supercampeones y aquella Copa que se decidió con un moneda al aire entre Pablo y el Mexicano. Luego, con la clasificación al mundial de 1990, y con la expectativa más viva que nunca, llegaron William Vinasco Ch. y "Pandolfo" Pérez. El principio del fin en la narración deportiva.

Con la instauración de una falsa premisa, los narradores gritones e ignorantes se tomaron las ondas televisivas. Pasar de la radio a la televisión se volvió algo completamente normal, y Vinasco fue el punto más bajo. "Por encima del palo e mango", "Que no me esperen en la casa" y otras perlas estuvieron presentes por muchos años en las transmisiones de los encuentros de la tricolor. Algunos le tienen alguna consideración por su famosísima y muy oportuna frase de "...el que pierde un amigo pierde más, pero el que pierde la fe y la esperanza lo pierde todo" segundos antes de que Freddy Eusebio "Circular Roja Interpol" Rincón viera como Bodo Illgner abría el compás de sus piernas y, calculando milimétricamente, anotara por ahí (!), para el tanto del empate contra los alemanes. Posiblemente lo único bueno que dijo en toda su carrera. Su compañero, "Pandolfo", fue el creador de los Chamorros: "De cabeza nunca vamos a empatar... gol de cabeza"; "Atacando por el centro es muy difícil... pared por el centro y gol". No le atinaba a media.

Después de Salcedo, el único narrador decente en televisión fue Carlos Julio Guzmán. Sí, el mismo que le puso a Ruben Darío Hernández: el "Gomelo del Gol"; y a Álex Daza: el "Goleador de la Década". Un tipo que no salía mucho a hacer periodismo de campo, lo suyo era el set, pero desde ahí lo hacía muy bien. Su estilo era el que debía predominar en un televisor. Se limitaba a decir quién tenía el balón, qué jugadores entraban y cómo iba el partido de manera muy sucinta. Permitía que el ambiente del estadio se sientiera en las salas de estar, los cánticos de los hinchas se escuchaban a la perfección. El tropicalismo del "sí... sí... Colombia, sí... sí... Caribe" no hacía parte de sus transmisiones. Entendía que el televidente era inteligente, que sabía de fútbol y que no necesitaba sino los nombres de los jugadores y una que otra información IMPORTANTE del partido. Este tipo de estilos, se perdieron del panorama nacional, y Don Carlos Julio quedó relegado a ser el sidekick de Pandolfo en el estudio por muchos años

Con Maturana y sus mentiras, muchos periodistas lambericas ganaron en popularidad. Carlos Antonio Vélez se pegó al rollo del "toque-toque" y le dio a entender al mundo que él era el único que podía comprender y explicar la táctica en el fútbol; Javier Hernández Bonnet, aprovechó la crisis de resultados de la era Maturana y se volvió su periodista exclusivo sin entender un carajo de fútbol. Iván Mejía, por el contrario, subió en audiencia por sus comentarios incendiarios en contra de Maturana, Gómez y cualquier otro que no estuviera de acuerdo con su opinión. Hoy en día, es el tercer tenor.

Y después de Vinasco, que venga cualquier cosa. La chabacanería, incultura e idiotez se apoderaron de la narración de partidos. Casale, Maroco y demás engendros, terminaron por acabar con la tolerancia de la gente, con el infame periodismo de hinchas. Fenómeno que se genera por la acidez de los comentarios de los antiquísimos periodistas de la capital, que causaron un profundo malestar en los seguidores de sus equipos. Con el nivel por el suelo, surgieron periodistas con alguna formación pero sin neuronas: los Titos Puccettis, las Andreas Guerreros, que todavía no se entiende como carajos llegaron a ESPN.

La estrategia para sobrepasar todos estos atropellos televisivos era silenciar el televisor y prender la radio. Por lo menos, los de radio no eran tan brutos. Sin embargo, las señales en la actualidad llegan con un poco de retraso, y los goles los cantan uno o dos segundos antes de que ocurran en la pantalla. Tocó apagar el radio, ¿y ahora qué?

Lo triste del caso es que en otros paises futboleros como Argentina se ve un cambio generacional muy importante. Araujo, Macaya y Niembro están vigentes y acompañados de gente seria. Juan Pablo Varsky, Martín Líberman, Diego Latorre, entre otros le aportan un lenguaje diferente al fútbol. Colombia se conformará con el Circo del Fútbol, el Corrillo de MAO, Chiva Deportes, la Telepolémica y la Tevepolémica.

Más tristeza aún, cuando hay que aceptar que no se puede dejar de oir radio ni de ver televisión. Para el hincha es muy importante saber de su equipo, de la actualidad del fútbol. No le queda de otra que escuchar, indignarse y olvidarse rápido para que al otro día tenga fuerzas para aguantarse las mismas barrabasadas. Escuchar radio deportiva se podría catalogar casi como un vicio, y de los bien malos. A la generación mencionada le costará mucho trabajo pasar un día sin escuchar la radio o ver los partidos con el volumen apagado. Quién sabe si a las nuevas les cueste tanto.

Por el momento, sería interesante que fuera el mismo Deportivo Cali quien narrara todos sus partidos de fútbol. Sin entrar en la mediocridad del periodismo de hinchas, podría sacar una señal por Internet de todos sus partidos, buscar gente nueva, con un idioma que le hable a los verdiblancos, e incluya el realce de los valores azucareros, su historia y que le dé mucha candela a la Delincuencia, porque papaya es lo que dan y nadie la parte.

En fin, un recuerdo muy inexacto del sufrimiento por el que muchos han pasado para disfrutar de un partido de fútbol en radio o televisión.

Y de las revistas deportivas... mejor ni hablar.

Temas propuestos

1. ¿Cuál es el estilo de narración de partidos que más les gusta en radio y televisión?
2. Recuerdos de transmisiones del Deportivo Cali que dejaron huella.
3. ¿Cómo sería la trasmisión perfecta de un partido del Cali? Narrador, comentarista, estilo, etc.

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domingo, enero 25, 2009

La mentira continúa

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Al colombiano lo tienen acostumbrado a las mentiras. El gobierno miente, las estadísticas del DANE no son confiables y los medios de comunicación se acomodan. En el fútbol, el pasatiempo favorito de la nación, la situación no es diferente y no tiene por qué ser de otra manera. La convivencia con la falacia hace parte de la vida colombiana.

Algunos de los recuerdos futbolísticos más lejanos de la generación que nació en los años setentas - mal llamada guayaba por el comediante cienciólogo -datan de la dirección técnica de Gabriel Ochoa Uribe. Las estadísticas dicen que es el técnico más ganador en la historia del FPC. La historia también dice que fracasó en su periplo por la selección tricolor. Los jugadores que tuvo a su cargo, tiempo después narraron la incapacidad de este supuesto entrenador para enseñar cualquier concepto diferente a la táctica fija. Afortunadamente esa etapa pasó rápido a otra que empezó bien, pero que finalmente atrofió el pensamiento y brío futbolístico nacional por más de 2 décadas.

La era Maturana gozó de una muy buena camada de jugadores. Tal vez la mejor en la historia del sufrido balompié colombiano. La excelente selección de líderes positivos junto con la combinación de las nuevas variantes tácticas provenientes de Europa, pudieron consolidar a un puñado de jugadores que nunca habían podido demostrar sus condiciones a nivel internacional. La fama y el reconocimiento pronto surtieron efecto en las pequeñas mentes que, sobrecargadas por su éxito inusitado, tomaron el camino equivocado.

Las buenas mentiras son verdades en un 90%. Nadie puede negar que tener el balón limita al contrario de posibilidades ofensivas. Tampoco que con el balón es mucho más probable hacer un gol que sin él. El Ajax de Van Gaal se ufanaba de mantener el útil en juego el mayor tiempo posible. Nada de eso es falso. Sin embargo, falta aquel detalle que desbarata el argumento. La gracia del fútbol no es la tenencia del balón, son los goles. Mientras uno tenga el balón y haga goles todo es perfecto, pero de nada sirve controlar el partido si no se anota. Es cierto también que al tener el balón para defenderse se asegura, en cierta medida, al menos un punto. Y sumar de a uno es bueno, pero sumar de a tres es mejor; frase justa para el Cervantes de Chambacú.

La gente compró y la filosofía de "tener el balón" hizo carrera por las buenas presentaciones en eliminatorias a mundiales - a pesar de la necesidad paradójica e imperativa de disponer del mejor jugador del mundo sin balón dentro del terreno de juego - y quedó como razón valedera para seguir intentando lo mismo sin examinar la evolución del deporte alrededor del mundo. Muchos periodistas temerarios incluso la catalogan como identidad futbolística nacional.

En pleno 2009, en un siglo diferente y pasados varios años después de la implementación del engaño, las consecuencias son palpables. Varios de los socios de la CAF han notado con sorpresa que el discurso de los juveniles de la Sub-20 se remite siempre a la "tenencia del balón". Hay que tener el balón para ganar, para golear, para defenderse, para todo. Los pobres pelaos, confiados de lo que oyen en las ondas de radio van y hacen eso en la cancha.

La selección juvenil de Silva es el retroceso más grande que ha vivido el fútbol colombiano. Es indignante que técnicos vallecaucanos estén vendiendo humo paisa a estas alturas de la vida. Tácticamente el equipo no ofrece nada. La "tenencia del balón" se refiere únicamente a pasar el balón de lado a lado, o para atrás. La salida por los costados no existe, se juega con enganche y no hay pausa, los volantes no acompañan y todos sin excepción pasan el balón para desmarcarse atrás. Inconcebible.

Y como no hay equipo, es mejor calificar por individualidades. El arquero es bueno, no tiene pinta, pero es atajador, con matices de líder y se ubica bien en el área. La defensa central es aceptable, con dos elementos que cumplen en el mano a mano pero que no interpretan los retos tácticos que les presenta el rival. Los laterales, uno bueno (Díaz) y el otro no existe. Blanco, Julio y Leudo en el mediocampo dan grima. No acompañan, no marcan, no se mueven y se terminan duplicando. La creación y la delantera merecen un par de párrafos aparte.

Decía el narrador de GolTV que a Reina sólo le faltaba el maletín porque cobraba todo, y sí lo hace. La característica más llamativa del ex-Delincuencia es su capacidad para acomodar el balón en el terreno de juego. Así esté a 500 metros del arco, detiene el trámite para que el balón le quede perfectamente balanceado en el gramado. Si después le pega mal o bien no importa. Reina se perfila como una de esas promesas que nunca llegará a ser realidad. Las condiciones técnicas nadie se las niega, tampoco las ganas, pero mientras siga pasando de lado, desmarcándose para atrás y quedándose a mirar cuando por fin hace un pase hacia adelante, no llegará a ninguna parte y terminará como suplente de algún equipo en Brasil.

Sherman Cárdenas. ¿Qué le pasó a este jugador? Uno: no creció más. Le ganan de fuerza con demasiada facilidad. Dos: Luna lo confundió tanto en el B/manga que ya no sabe qué hacer cuando entra a la cancha. Sus pases son errados, se desespera y no deja que la jugada siga su curso, y lo más extraño, no cumple con su función táctica defensiva, una de las fortalezas que mostró en temporadas pasadas.

El caso más peculiar es el de Ibarbo. ¡Qué paquete el que Nacional le metió a Udinese! El verdolaga montañero tiene como filosofía vender por lo menos una mentira al año. En 2008 fueron 2, Ibarbo y "Tutunendo" Valencia (only in Millonarios). La cantidad de bloopers de este jugador en sólo 3 partidos supera el record de Sport Goofy en su película original. Cada vez que intenta gambetear se cae, no tiene estabilidad, no tiene visión para los pases, es más, no sabe patear. Todos sus centros terminan golpeando la espalda de un contrario y constantemente deja al equipo pagando. El fenómeno Ibarbo no es nuevo, es algo que viene haciendo carrera desde hace un par de años en las selecciones menores y que es grave.

Las juveniles se volvieron la vitrina de venta para los empresarios del fútbol. No importa que la selección sufra mientras que el individuo salga del país a un buen precio. El caso Pino es extremadamente llamativo, Lara lo llamó, el tipo hizo su show y se fue rapidito para el viejo continente. Pero al menos era bueno, y sabía que con Luna como su técnico en el Club, alinéandolo como volante de primera línea, no tenía mucho futuro. Era su oportunidad. Lo realmente ofensivo es que también se utilice a la selección para vender paquetes. Hace 2 años fue Yimi "Colorado" Bermúdez, un central del Atlético Nacional (como para variar) que no sabía cabecear, de una lentitud desperante y con serias limitaciones técnicas. A ése no lo pudieron vender, pero ahí estuvo como titular indiscutido. El turno ahora es para Ibarbo, que sí tuvo la suerte de encontrar comprador.

Preocupa también la evolución de jugadores de una categoría a otra. Sherman Cárdenas prometía, ha jugado múltiples partidos profesionales mostrando muchas condiciones. Hoy, es simplemente una sombra de lo que fue. Nazarith era otra de las esperanzas. Buena contextura, cabeceador, potente. Ahora, se pelea espacios con su dupla atacante (Marcos Pérez) para mostrarse a los ojeadores internacionales. No ha contado con suerte, es impreciso en el cabezazo y en los tiros de media distancia. Sólo hasta cuando entendió que no jugaba para el ojeador sino para el equipo, y se ubicó por un costado de la cancha, pudo demostrar de qué estaba hecho. De todas maneras, su curva de rendimiento va por debajo de lo esperado. Ambos jugadores han estado últimamente bajo la disciplina de técnicos polémicos: Luna y Gómez. ¿Tendrán ellos algo que ver?

La selección sub-20 es un exposhow de jugadores, sin sentido de equipo, con técnicos vallecaucanos imponiendo una mentalidad y estilo de juego arcaicos. El grueso del plantel tiene condiciones para triunfar, el equipo ha tenido tiempo de trabajo, ¿por qué unos pelaos menores de 20 años no corren la cancha, no tienen definición o algún concepto táctico?... La mentira continúa.

Temas propuestos

1. ¿La Sub-20 refleja la filosofía futbolística de Maturana?
2. ¿Por qué los jugadores que prometen en las selecciones juveniles y prejuveniles no se consolidan al cambiar de categoría en el último par de años?
3. ¿La selección de jugadores para la Sub-20 fue justa o existen influencias externas que la sesgan?
4. Desempeño global de la Juvenil en estos 3 encuentros.

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jueves, enero 22, 2009

Ídolos por consenso - Amistoso contra Quindío (doble entrada)

Amistoso Deporcali – Quindío

Por Leyenda#23

Miércoles 21 de enero

Con un cielo despejado, un calor extremo y una buena asistencia de público al imponente Coloso de Palmaseca, se jugó el segundo amistoso de la segunda era de José Eugenio Hernández en el equipo Verdiblanco.

La tribuna Álex Gorayeb, aparentemente llena a simple vista, fue la que pudo ver a un nuevo Deportivo Cali.

Salen los titulares tan esperados por los asistentes en la tribuna, la gente se pega a las rejas de nuestro hermoso estadio para poder observar con claridad nuestro nuevo plantel. Se alistan rápido para la foto e inicia el fútbol.

Gran parte del primer tiempo fue dominado casi en su totalidad por el equipo amado, con momentos donde se demostró un lindo fútbol con toques de primera al mejor estilo europeo. Es probable que el manejo estupendo del balón, incluyendo cambios de frente muy constantes, llevara a que los jugadores quindianos se decidieran a recuperar el balón fuera como fuera, razón del juego violento de este equipo durante todo el partido.

El segundo tiempo fue de mucho trámite, al haberse acabado la tripleta Valencia-Batalla-Herrera (Valencia fue el primer cambio del equipo - en el entretiempo - y Batalla fue sustituido faltando unos 15 minutos o más para acabar el partido).

El conjunto de Armenia fue muy débil de ideas, lo más rescatable fueron sus rápidos delanteros.

La defensa estuvo sólida, con Anderson Paredes y Pablo Escobar fuertes en juego aéreo y veloces a la hora de enfrentar los delanteros rivales. En general, la línea de 4 estuvo a la altura, pero no hay que sacar conclusiones definitivas, porque el juego del Quindío fue muy pobre. Cuando Paredes sale expulsado, el técnico se la juega con lo que tiene en el campo, Escobar como único central y los dos laterales un poco más retrasados pero insistentes en su buena y constante salida al ataque, tal como lo hicieron todo el partido.

Batalla, Járol Herrera y Luis Omar Valencia, cuando se encontraban, hacían demasiado daño al equipo rival, con un juego rápido para adelante, con pases de primera y mucha gambeta, esto último por parte de Luis Omar Valencia. Cuando estos tres se juntan, pueden hacer maravillas.

La zona de recuperación en el medio campo fue muy eficiente, mucho juego por parte de Herrón y Pérez. En el partido se podrían ver tocando la bola con los centrales, haciendo muchas diagonales largas y, de repente, ya se podrían ver frente a los delanteros aportando con pasegol. Juego limpio y práctico.

La única carta deficiente fue el delantero, Sergio Herrera, que aparentemente es el mismo jugador torpe de 2008. Casi todo el segundo tiempo la parcial pedía que lo reemplazaran, y al final del partido salió silbado y gritado por la tribuna.

Sin un delantero que no se acople al probablemente nuevo estilo rápido del equipo, caballeros, no veremos goles, porque ni Batalla, ni Járol Herrera tienen gol, incluyendo a Valencia (que sólo tiene gol de tiro libre).

Uno a uno

Blásquez: poco trabajo durante el encuentro, pero cuando el rival tuvo oportunidades de llegar a su arco, respondió bien. Hubo un cabezazo a dos metros del arco, donde demuestra buenos reflejos. Por lo que se vio en el partido, no es nada maniflojo. Patea muy bien, con el balon en las manos antes de sacar. De piso más o menos.

Ramos: bueno en defensa, jugó de lateral derecho. Habilidoso y aplicado atacando. Acompañó mucho en la salida y es bueno regresando. Tras la expulsión de Paredes se vio algo complicado e inquieto con su trabajo defensivo.

Paredes: gran central, fuerte en el cabezazo y rápido en los cierres. Tuvo una disputa con Bélmer Aguilar que terminó en la expulsión de ambos. Pareja de Zapata.

Escobar: bueno en juego aéreo y muy fuerte. Se ve algo nervioso cuando tiene el balón en sus pies.

Aguilar: el mejor del partido. Golazo de tiro libre. Rápido subiendo y fuerte en marca. Fue un líder en la salida del equipo.

Herrón: garra argentina. Fuerte, pasa bien, la cabeza siempre arriba, muchas diagonales largas al vacío. Corta muy bien si es necesario. Otro líder.

Pérez: magistral quitando el balón, no toca para nada el rival, siempre a la pelota. Buena técnica y pase, peleador. Falta que lo metan una semanita a montar biciclera para que pueda correr bien, está algo pesado.

Luis Omar Valencia: buena conducción de balón, gambeteador y la llave para que Batalla y Járol jueguen bien juntos.

Batalla: los mismos grandes pases del torneo pasado, práctico jugando, pases de primera y es el que da la jugada definitiva.

Járol Herrera: es la pieza de velocidad entre Luis Omar y Batalla, aplicado y también práctico.

Sergio Herrera: torpe con el balón, no gana nunca en el cabezazo y lento. Si no se pone las pilas, sería necesario cambiarlo por otro delantero que se ajuste al estilo de juego del Cheché.

Árbitro central: no dejó jugar, si hubiera pitado mejor, se hubiera visto un partido mucho más atractivo. Por lo menos, no le pitó tres penales claros al Cali.


En general se ve un equipo distinto, con alma e ideas para jugar al fútbol.

La hinchada del Cali despidió el equipo con silbidos, no se si sólo fueron para Sergio Herrera que no fue soportado por la hinchada. Punto a tener en cuenta, porque se esperaba algo de apoyo al nuevo equipo, y si desde el primer partido “exigente” se ve pesimismo, no vamos para ningún lado.


Leyenda·23


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Ídolos por consenso


La expectativa sobre el fútbol que presentará el Deportivo Cali en 2009 crece exponencialmente a medida que se acerca la primera fecha del rentado profesional. Las cosas se están haciendo bien. Los Profesores Hernánez y Nunes han sido justos, le han inyectado al equipo otro tipo de motivaciones, el plantel se depuró y los refuerzos están mostrando en los partidos amistosos por qué vinieron al único grande del Valle del Cauca. En lo deportivo, el Superdépor va viento en popa. Infortunadamente, para el hincha del Cali del ahora - y esto está más que demostrado - lo deportivo es sólo un pequeño componente. Se necesita más para llevar a la gente al estadio, se necesita un ídolo.

La fanaticada más culta tendrá que remontarse a las épocas de Jorge "Mortero" Aravena o Carlos Amaro Nadal para encontrar un ídolo que sea del consenso. Ha habido otros muy polémicos, algunos que simplemente se voltearon, otros que por rencillas con las directivas de turno ensuciaron su hoja de vida pasando a equipos con mala reputación internacional, otros que no lo dieron todo en el momento indicado.

Los que se pusieron el puerco trapo rojo son más de los que deberían. Algo posiblemente sin precedente en otras rivalidades "locales". Como siempre se menciona en el blog, el símbolo más diciente de este tipo de competencia deportiva es la botella de J&B en la cancha del Camp Nou el día que Figo fue a visitar a su exequipo, el FC Barcelona, con la camiseta del archienemigo Real Madrid. Es una lástima que para los jugadores del Deportivo Cali, cambiar de camiseta sea tan fácil. Ídolos (o ex ídolos) como Víctor Bonilla, "Guigo" Mafla, Bernardo Redín, Arley Betancur, Mayer Candelo vistieron sin ninguna restricción la balletilla corrupta. Algunos mostraron señales de arrepentimiento como Bonilla o Candelo, otros avivaron su resentimiento, como Edison Mafla, besando el escudo podrido que reposa ilegalmente en su pecho. El fenómeno es preocupante, aunque la rivalidad entre el Cali y la Delincuencia no es tan grande
como la de River y Boca, Colo-Colo y Universidad de Chile, Peñarol y Nacional, - el Cali es infinitamente superior y además la Delincuencia ni siquiera es de la ciudad así el Alcalde lo quiera hacer parecer - hay que reconocer que existe en algún grado y no puede ser que tantos jugadores azucareros pasen por el otro lado de la vereda como si nada.

Ocurrieron situaciones similares en otros equipos: el "Pibe" Valderrama, "Show" Calero o "Viejo" Patiño - este último no tan ídolo - declaron su amor irrestricto por el Cali y terminaron por reconocer que la infatuación duraba sólo unos momentos. El "Mono" es hincha a muerte del Junior, a pesar de la placa honorífica que se encuentra en la sede de Pance; Miguel Calero ha manifestado en múltiples ocasiones que desea volver a Colombia, pero al Nacional; a Jairo Patiño casi le da un infarto en la celebración emotiva de un gol que marcó en contra del Verdiblanco cuando vestía la camiseta montañera.

Y están los que no dan lo que se necesita. El caso más reciente es el de Fredy Henkyer Montero. Apenas supo de su transferencia al exterior, quitó el pie del acelerador y se dedicó a evitar lesiones. El "Matador" pudo dar más y no quiso. Pero el más sonado de los últimos 10 años es el de Álvaro "Caracho" Domínguez, quien tenía todos los pergaminos y características para ser el más grande de la década. Sucumbió ante su herencia sindicalista, perjudicando al Cali en partidos definitivos. A principios de la década pasó uno que es ídolo para varios: Giovanni "Pispirispis" Hernández. Complice de una de las humillaciones más grandes que pudo vivir el Único Club en su historia: la goleada contra Unión Magdalena.

Para ser ídolo del Cali se necesitan múltiples características. Una de las más importantes es la elegancia al jugar: el quite de Miguel Escobar, la cabeza levantada del Pibe Valderrama, el tiro de media distancia de Aravena, el cabezazo de Benítez, etc. Después pueden estar el amor que profesan por equipo, demostrado en la cancha con polenta y liderazgo; los goles o temperamento frente a la Delincuencia; la consecución de títulos... Ahora, en el mundo globalizado, el ídolo tiene que estar en los medios hablando duro del rival, mostrando como se hace respetar la camiseta en la cancha (y en la televisión), compartiendo con los niños, siendo una real figura pública.

En el Cali tal vez el único ídolo restante en los últimos 20 años es Mario Alberto Yepes. Es posible que exista algún grado de consenso sobre su posición entre los más grandes. "Carepa" Gaviria y Giovanni Córdoba, más que ídolos, son héroes muertos en batalla. Lo raro es que futbolistas como Nelson Rivas, Cristian Zapata y Kennedy Hurtado que están en el viejo continente mostrando su talento, nunca fueron considerados importantes.

En el proceso Hernández, el ídolo es él mismo: el Cheché. Lastimosamente no está en la cancha, y en caso de dos partidos perdidos encima perderá su estatus rápidamente. En el terreno de juego, el que se perfila como tal es Armando Carrillo, más por su comportamiento en los exclásicos y carisma que por cualquier otra cosa. Ahora que presenta una fractura de tabique, con incapacidad de 4 semanas, el siguiente candidato es Mariano Herrón. De ahí para allá, no parece que nadie tenga el perfil adecuado para el honor más grande de un jugador en Colombia. Igual, ¿sólo los nombres de Carrillo o Herrón llevarán gente al estadio?

Temas propuestos

1. ¿Última vez que fueron al estadio a ver al Cali por un jugador en específico? ¿Cuál fue ese jugador?
2. ¿Es necesario que exista un ídolo en la cancha para llenar el estadio con regularidad, o sólo el fútbol basta?
3. ¿Ídolo verdiblanco para el 2009?
4. ¿Por qué los jugadores del Cali cambian de camiseta sin tanto problema?
5. Partido Cali vs. Quindío en el nuevo estadio.

Obelisco

PS: Gracias a Martelotto y Frustrado por las imágenes.

Imagen JK Hurtado: acmilan.com

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sábado, enero 17, 2009

Sin representación verdiblanca

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La selección juvenil nacional iniciará su presentación en el torneo Juventud de América la próxima semana, sin ningún jugador del Deportivo Cali en su nómina. Sorprende que teniendo una de las mejores canteras del país, no esté un solo jugador del Cali dentro de los convocados. Situación que ha preocupado a algunos socios del blog que han podido analizar al equipo más allá de la coyuntura surgida con la llegada de los profesores Hernández y Nunes.

Las dudas son varias. ¿La cantera del Cali es una de las mejores de Colombia? Sí, lo es. Las transferencias internacionales de futbolistas jóvenes como Cristian Zapata, Ábel Aguilar y Fredy Montero; y de otros más maduros como Álvaro Domínguez y Nelson Rivas (posiblemente John Kennedy Hurtado se les una en Europa) la avalan. Sin embargo, queda un sinsabor dentro de la hinchada porque se asume que la inversión que el Cali hace en sus fuerzas básicas es muy superior a las de equipos como Envigado, Boyacá Chicó o Quindío, que muestran más jugadores jóvenes en el FPC por temporada. Estas son instituciones que se especializan en promover este tipo de elementos como método de subsistencia. Algo así como el West Ham United en Inglaterra, tal vez la mejor cantera de su país, no buscan el campeonato sino darle vitrina a sus canteranos para que equipos con mayor presupuesto los puedan adquierir.

La situación del Cali es diferente. Es cierto que precisa vender a un jugador por año para sanear sus arcas, en eso se parece mucho a los equipos mencionados. La realidad es mucho más compleja, el Superdépor, mas que un balance positivo en diciembre, requiere del fútbol que contrarreste el nivel de juego que, con refuerzos de dineros "raros", consiguen sus rivales. Está demostrado hasta la saciedad que cuando el Cali tiene el fútbol suficiente y el liderazgo necesario en la cancha, puede sobreponerse a árbitros, trampas y sobornos. Así sucedió en las conquistas de 1996 y 1998.

Grandes problemas se han identificado en la cantera verdiblanca que impiden de alguna forma que se construyan equipos con juveniles consolidados. "El jugador del Cali rompe tarde" es una frase conocida hacia el interior de la institución. Desde muy jóvenes los futbolistas azucareros muestran grandes condiciones, pero de alguna manera les queda faltando en ítems vitales. Algunos sufren de problemas emocionales, no saben manejar la fama y el dinero, otros no tienen el liderazgo y mentalidad para lograr sus objetivos, varios con seguridad no tienen ni tan siquiera un objetivo deportivo importante. Por otro lado está el asunto eminentemente futbolístico. La falta de fundamentación, la incapacidad para acomodarse a distintos módulos tácticos son visibles desde hace rato en los juveniles que debutan con el Superdépor. Por ejemplo, la falta de fundamentación en la definición de Hermann Córdoba o de Armando Carrillo es alarmante. Fredy Montero salva a la cantera en ese sentido, pero no logra despejar las dudas del todo. No hay una explicación clara del por qué jugadores con condiciones evidentes desde jóvenes sólo hasta los 24 ó 25 años pueden mostrar todo su potencial. Los jugadores son figuras a muy temprana edad en otras latitudes, situación que no está ocurriendo en el Cali con frecuencia y que, de alguna manera, limita la capacidad de maniobra de directivas. Tienen que esperar demasiado tiempo para que un jugador logre el rendimiento que lo lleve al exterior, arriesgándose a que si sale de la institución sin alcanzarlo, puede triunfar en otro lado; la inversión de tantos años se perdería. En fin, para el hincha es bien difícil pensar que un jugador que no sirvió en el Cali, de un momento a otro se vuelva bueno en otro equipo.

José Eugenio Hernández ya detectó el que parece el otro problema de las canteras del Cali: el reflejo que da el equipo profesional. Durante su periplo en el título del 98, la nómina titular inspiraba respeto y admiración. Muchos jugadores jóvenes brillaron en esa era verdiblanca para después demostrar en otros equipos que más que por su propio talento, los jalonaba el gran nivel de los titulares del momento. Casos como el de Julián Barragán, Andrés Mosquera, Max Torres sólo son algunos de ellos. Ahora, los jóvenes tienen un ejemplo bastante triste por parte de los titulares. Han visto toda clase de sindicatos, poco profesionalismo, desorden por fuera de los entrenamientos, etc. Hernández y Nunes están combatiendo todos estos males desde el interior, y al cambiarlos, podrán darle otra visión a los jugadores que pelean un puesto desde las categorías inferiores.

La vitrina internacional del Sudamericano Juvenil se perdió para el Cali. Algo debe estar mal en la cantera verdiblanca como para que ocurran situaciones como esta. Los problemas deben ser varios, no sólo los que se mencionan acá y seguramente no todos son del propio equipo, también habrá que ver si el técnico José Hélmer Silva no se equivocó en su convocatoria. Ojalá la Junta y el Cuerpo Técnico puedan al menos diagnosticar acertadamente lo que ocurre en canteras y empezar a corregir rápido, porque el dinero sucio se volvió a apropiar del FPC y sólo con un fútbol superior podrá el Cali conseguir los objetivos.

Temas propuestos

1. ¿Por qué el Cali no tiene representantes en la selección juvenil?
2. ¿Los jugadores del Cali "rompen" tarde por situaciones mentales/emocionales o futbolísticas?
3. ¿Qué pasa con esos jugadores que no sirven en el Cali y después triunfan en otros equipos?

BONUS TRACK: Primer partido de pretemporada.

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miércoles, enero 14, 2009

Ahora sí, al fútbol

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Con la posible contratación de Polo, espigado ariete de Equidad Seguros, se cerraría el libro de pases del Deportivo Cali. Con la nómina completa, el Profesor José Eugenio Hernández y sus colaboradores moldearán la identidad deportiva en este nuevo proceso.

Desafortunadamente la Junta Directiva no le ha atinado a técnicos que llenen durante su periplo. El que más se aproximó al fútbol del Cali fue Ricardo Martínez, que al menos instituyó una forma de jugar con la que el plantel se sentía a gusto (4-3-1-2). Desafortunadamente la falta de liderazgo dentro y fuera de la cancha truncó las aspiraciones de Martínez que alcanzó a mostrar un fútbol vistoso y goleador. Previamente estuvieron Daniel Carreño y su pelotazo insípido, y Labruna con su corre-corre desesperado y desordenado. Sarmiento le dio una identidad al equipo pero no la que quería el grueso de la fanaticada azucarera. El chance para satisfacer a la parcial verdiblanca cae en manos de José Hernández y deberá trabajar mucho para llenar los vacíos de procesos anteriores.

¿Qué le ha faltado al Cali en el campo de juego en estos 3 años? Mucho. Tal vez la primera carencia, son los tiros de media distancia. Algunos dirán que en Colombia nadie le pega al arco desde lejos y que esa ha sido nuestra identidad. (el toque-toque). Gran mentira que Carlos Antonio Vélez, Maturana y el resto de la rosca paisa, que tanto daño le hizo al futbol colombiano, intentan meter cada vez que pueden. En este tipo de tiros, el único que arriesgaba era Valdés, sin mucha fortuna. La situación puede cambiar, los informes dicen que Herrón le pega bien desde fuera del área; Luis Omar Valencia es otro elemento que también se tiene confianza; y si llega Polo, el Cali por fin tendría fuerza para patear al arco con puntería. Lo más importante, es que el técnico llene de confianza a sus dirigidos. Si los jugadores en la cancha se amilanan cuando disparan mal y reciben los chiflidos de la tribuna, no hay absolutamente nada que hacer.

Poco se ha visto en el despliegue del equipo por las bandas. Con Dany Aguilar desbordando y Fredy Montero rematando de cabeza o llegando desde atrás se lograron algunos goles en el Cali. Sin embargo, ante la inseguridad de elementos como Jaír Benítez, que no marcaban un cuaderno, le centraban a los vendedores de pandebono de la Avenida Roosevelt y que además regalaban partidos clave, se prefirió limitar la salida por los laterales. La sorpresa no existió en el Cali y el ataque se centralizaba, o simplemente no existía un bloque ofensivo, alguien que pudiera auxiliar a aquél que manejaba el balón. Fredy Hurtado y Jaír Benítez no están más en el Cali, Calle y Ramos sí, jugadores con mucho más criterio para ir al ataque, que buscan asociarse y centran mucho mejor. En el medio campo, no se sabe si Aguilar y Ayala puedan repetir esta temporada. Ayala quedó en deuda y Aguilar se diluyó. Posiblemente los defensas laterales sean la salida del equipo por las bandas y no tanto los volantes.

El principal problema, diagnosticado hasta la saciedad, es la falta de dinámica en defensa y ataque. El semestre pasado el Cali jugaba con 3 en la primera línea, ninguno de los cuales hacía una presión efectiva sobre el contrario. Los rivales se paseaban felices por la media cancha y llegaban con facilidad a permear la zona defensiva que Zapata y Hurtado defendían hasta con las uñas. Ellos dos no podían solos y por eso se perdieron los partidos. Herrón y Pérez vienen a corregir tal falencia. Ambos tienen manejo del balón y hacen la simple, quitan, pasan y van. Los dos son expertos en los recorridos para anticipar, mordiendo y evitando que el rival piense.

En ataque, era desesperante observar como en un contragolpe, los volantes se enredaban mientras esperaban a que alguien corriera para un pase al vacío. Frangipane, Montero y Batalla tuvieron que sufrir la escasa solidaridad de sus compañeros. El ataque en bloque en el Cali no ha existido desde hace rato. Es típico ver como los jugadores pasan el balón y se quedan esperando a ver como su compañero resuelve contra 3 defensas. Y existen los futbolistas para realizar una mejor táctica ofensiva; falta un técnico que les enseñe como aproximarse al área con criterio.

Por último, el mal eterno de todos los jugadores del Cali: juegan cuando se les da la gana. El liderazgo dentro y fuera de la cancha no ha sido suficiente. Las contrataciones son precisamente para suplir la inmadurez futbolistica de los canteranos y contrarrestar el liderazgo negativo de algunos jugadores (ya varios se fueron en esta etapa). Herrón, Blázquez, Pérez, Polo y Sergio Herrera son los llamados a hablar y orientar a los demás por el camino del profesionalismo y verguenza deportiva. Afuera, Hernández y Nunes tienen la personalidad necesaria para inyectarle a su plantel la polenta que haga falta en todo momento.

Existen otros inconvenientes en el Cali como la falta de definición de los canteranos, el desorden táctico, los relevos en defensa, la pelota quieta... que seguramente se trabajarán en el transcurso del semestre. Las contrataciones son suficientes para realizar una campaña que lleve a la final. El Profesor Hernández se ha ganado a la fanaticada por sus acertadas decisiones en la pretemporada, ahora tendrá que mostrar todo el tino de sus enseñanzas en el campo de juego.

Temas propuestos

1. ¿Cuáles falencias les gustaría que la dupla Hernández-Nunes corrigiera urgentemente?
2. ¿A qué jugará el Cali del Cheché?
3. Expectivas para la temporada.

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domingo, enero 11, 2009

Hacia el futuro... con grandeza

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Por Leyenda#23

En octubre de 2005 se especulaba y recomendaba un buen manejo de la Institución porque durante esa época se vivían en el Deportivo Cali las elecciones para la nueva junta directiva. Hoy, a mediados de enero de 2009, estamos viviendo una situación similar, pero no hacia la Junta Directiva (en la actualidad no se necesitan hacer especulaciones hacia ésta), sino hacia un nuevo y renovado cuerpo técnico que ha reanudado las ilusiones de muchos hinchas a pesar de la muy regular situación deportiva por la que pasa la Institución.

Leyendo un artículo, de aquella época que describo, del señor Tobías Carvajal en la revista del Deportivo Cali, se nota que bien puede ser adaptado a nuestro presente:

“Cuando se hace un balance general de la historia del Deportivo Cali, no solamente a partir de 1948 cuando se estableció el fútbol como actividad profesional en nuestro medio, sino desde mucho antes, se concluye que el equipo de la capital del Valle ha sido una entidad emblemática de esta región del país. Y valga un simple ejemplo: cuando Millonarios era quizás uno de los mejores equipos del mundo, conformado por famosos futbolistas foráneos, uno de los conjuntos que más dura oposición deportiva le presentó fue Deportivo Cali, al extremo de propiciar la primera gran serie extra por un título, en 1949. Por aquellos días estaban muy lejos las definiciones de fin de temporada con base en “Apertura”, “Finalización” y juegos adicionales al concluir el año.

Por las toldas del Deportivo Cali han pasado, en algo más de medio siglo, consagradas figuras del balompié de varios países sudamericanos, así algunos, como efecto ocurrió, en el ocaso de su carrera. Alternando con ellos, directores técnicos de reconocida capacidad académica, sin dejar de advertir que también se filtraron ineptos, por fortuna la minoría. Y al frente de esa organización deportiva, directivos de solvencia moral y profesional a toda prueba, puestas de presente, por muchos de ellos, en sus actividades particulares.

Pero como obras son amores y no buenas razones como reza el adagio popular, Deportivo Cali materializó todo ese “acerbo probatorio”, por así decirlo, en una sede social, en una sede campestre y en un estadio que son orgullo de la más linajuda entidad profesional, no sólo del continente sino del mundo.

Pero los resultados deportivos deben, necesariamente, estar en concordancia con esas comodidades.

Ese insignificante Deportivo Cali de las últimas temporadas no puede seguir siendo la representación de la capital del Valle y del fútbol de Colombia en general. Por todo cuanto venimos de hilvanar a pinceladas, el otrora poderoso onceno “Azucarero” está casi obligado a ser el mejor equipo de nuestro medio. Cuando se experimentan privaciones de muy diversa índole, podrían esgrimirse más o menos valederos para justificar un bajo rendimiento, pero cuando se tiene todo a manos llenas, no hay derecho a ser mediocre y menos pasivamente.

Un gran reto deberá afrontar el próximo cuerpo técnico del Deportivo Cali. Será preciso dejar de lado las discrepancias internas, las ansias, muy humanas pero particulares, de figurar en perjuicio del rendimiento del equipo. Si se carece de misión, visión, valores, disciplina y demás “virtudes teologales”, inherentes al manejo ecuánime de todo equipo, es casi imposible exigir reciprocidad de los jugadores en el terreno de juego, pues se está fallando por la base: no se predica con el ejemplo.

Es preciso, indispensable, inaplazable y demás términos que quieran endilgarse, que Deportivo Cali consolide un gran equipo, un onceno de alta competencia, no invencible pero sí de respeto. El Cali de las gestas inolvidables en la década del 50, de los títulos casi consecutivos en los años 60, de las tardes y noches de gloria en la Copa Libertadores y demás jornadas de ensueño, no puede ser, o continuar siendo, un equipo desbarajustado, sin aspiraciones, de media tabla de posiciones, mendicante de puntos partido a partido ante rivales mediocres, que ocasionalmente se “crecen” frente a un antagonista que sigue siendo “grande” de nombre, pero ahora minúsculo en resultados y por ende con ubicación secundaria en los diversos torneos.

Deportivo Cali está en la imperiosa necesidad de ser un equipo grande a partir de la ojalá exitosa gestión de su nuevo cuerpo técnico, José Eugenio Hernández y compañía. No se puede seguir jugando con “candela”, pues la paciencia y el respaldo supuestamente “incondicionales” de la afición, tienen un límite. El buen espectáculo, los resultados positivos, en alto porcentaje, llenan los estadios. El fútbol es un producto de consumo masivo que se populariza y consolida en proporción a las satisfacciones que depara.

A trabajar por un Deportivo Cali de jerarquía, para poder admirar bien pobladas las tribunas del “Coloso de Palmaseca”, escenario que, entre otras cosas, debe inagurarse con todos los honores, como corresponde a una de las obras arquitectónicas más representativas del Valle.

Señores José Eugenio Hernández y Jorge Amado Nunes: sírvanse obrar de nuevo a la altura del prestigio de la institución. Si ello es así, que la ciudad de Cali y los aficionados los premien y en el eventual caso de ocurrir lo contrario, que dejen todo lo de ustedes en el equipo para el bien de este y de todos.”

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Como el equipo también depende de nosotros, y más que todo en situaciones como las que vivimos hoy en día económicas y en una pobre administración de la actual Junta Directiva, apoyemos y pongamos cada uno nuestro granito de arena a ver si el equipo puede volver a la grandeza que le pertenece, para intentar que si por medio de otras vías podemos sacar adelante la institución que tanto queremos. Porque como amantes de un equipo grande, somos hinchas de respeto y honor, y debemos actuar como tales.

Hacia el futuro… con grandeza.

Temas propuestos

1. Comentarios generales de la entrada.

Leyenda#23

Texto en comillas adaptado de Tobías Carvajal, Revista Deportivo Cali, octubre 2005.

PS: El más sentido pésame para el presidente Rodrigo Otoya y el arquero Juan Pablo Ramírez, y sus familias, quienes perdieron recientemente a seres queridos. Desde la Cultura Alternativa, los acompañamos en estos momentos tan dolorosos.

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miércoles, enero 07, 2009

El equipo depende de nosotros

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Pasada la euforia mediática de la contratación de José Eugenio "Cheché" Hernández como nuevo adiestrador del Deportivo Cali, la hinchada vuelve a mirar hacia el lado negativo y con gran confusión.

El año pasado, la frase "equipo normalito" hizo carrera cuando el técnico de turno - Daniel Carreño - se encargó de desvirtuar lo que encontró a su llegada a Cali. Sacó el paraguas rápidamente. El tiempo diría que estuvo equivocado: Fredy Montero fue goleador del FPC, Kennedy Hurtado está en pruebas con Carlo Ancelotti del AC Milan y el equipo terminó como uno de los más anotadores de la segunda temporada del año. No hay que desconocer que existen puestos que no tienen un jugador que brinde garantías, como lo es el de lateral izquierdo. También hay serias falencias de fundamentación en sectores como la delantera; la definición de los arietes verdiblancos es bastante floja, se desperdician muchas oportunidades claras. Sin embargo el equipo tal como está conformado para el FPC es competitivo y con los refuerzos quedará mejor estructurado para el 2009.

Cuando los jeques árabes y magnates rusos y americanos empezaron a invertir en los equipos de la Liga Premier, Sir Alex Ferguson atinó a decir que sin la chequera de aquellos, el Manchester sólo tendría oportunidad de ganar si invertía en sus divisiones menores. Después, uno de esos magnates compró al Man U y Ferguson no tuvo necesidad de aplicar su estrategia. Sin embargo, el escocés ya tenía pensado algo para contrarrestar lo que se le venía encima. Una historia algo similar sucede en el FPC. De un momento a otro los equipos del rentado empezaron a invertir sumas astronómicas en jugadores que normalmente no podrían ni pisar tierra colombiana. Los dueños de los equipos tienen que ver con el narcotráfico (nada nuevo), paramilitares, esmeralderos, mafias de apuestas, entre otras. Todo tipo de dineros raros se infiltraron; cualquier parecido con los años 80 es pura casualidad. La prensa y la DIMAYOR permitieron que la corrupción permeara el torneo colombiano y ahora, a los equipos honestos - muy pocos - les tocará esforzarse doblemente para alcanzar cualquier objetivo trazado.

La pelea por la simetría y la justicia tendrá que venir de adentro. La Junta Directiva del Deportivo Cali debe estar lista a afrontar retos tales como los malos arbitrajes y los atropellos de la prensa. Negociar con inteligencia los refuerzos nacionales y extranjeros para que las transferencias no se dañen por los intermediarios. Fortalecer las divisiones menores para que jugadores brillantes salgan por montones y puedan contrarrestar a los refuerzos internacionales de los que no tienen que trabajar mucho por conseguir su dinero. El Cuerpo Técnico tendrá que manejar a la perfección el tema psicológico grupal, tan débil desde hace años, evitando al máximo que exista desmoralización cuando se enfrenten a decisiones arbitrales amañadas, y más bien el equipo se fortalezca y crezca cuando surja la adversidad.

Por último está la hinchada. Muchos fanáticos depositaron su confianza en la Junta Directiva y se sentaron a esperar. Como la Junta Directiva no ha logrado las metas, las quejas y protestas no han parado de llegar. Para esta temporada, el equipo está crucificado porque los refuerzos no son de "primer nivel" y el castigo es no asistir al estadio, dejar de pagar la cuota de sostenimiento de la acción, etc. Medidas que para nada aportan sino que complejizan la situación. Si el Cali tuviera el dinero de otros equipos para invertir en jugadores y árbitros, pues no habría problema. El asunto es que el Glorioso es una institución legal, con dinero certificado y que por su historia no permite la entrada de medios de cambio sucios para ningún propósito. Es decir, el dinero del Cali tiene que provenir de su patrocinio, de los socios, la venta de jugadores y productos, las taquillas y de nada más. En la Sede Campestre no se destapan caletas ni maletines ni nada por el estilo. El deber del hincha, para poder exigir constructivamente - si eso es posible - es comprar la boleta, el abono de la temporada o asociarse al Club. También está la posibilidad de colaborar en los comités de hinchas permitidos por los estatutos del Cali. Eso, directamente. Indirectamente, hay que hablar bien del equipo, de su historia limpia y honesta, de las grandes gestas, transmitir esas ideas positivas a sus conocidos sea de manera verbal, correos electrónicos, blogs, radio, televisión, etc. sin llegar al extremo de la alcahuetería y la mediocridad.

Asesorar con un cheque en blanco es fácil. Comprar cuando las reservas son ilimitadas no tiene misterio. El hincha del Cali debe entender que el dinero del equipo no brota espontáneamente en la sede de Pance. "La Junta Directiva podrá meter las patas pero nunca meterá la mano" decía Luis Fernando Lenis. El Verdiblanco no es como cierto equipo de la capital que hace y deshace con las esperanzas de su hinchada. La Junta es honesta y nunca ha robado ni robará al equipo. Hay que tener muy claras las diferencias entre unos y otros.

El negativismo y la quejadera, sin un aporte real - directo o indirecto - le hace mucho daño al equipo. El Superdépor está prácticamente solo en una pelea intrincada y la fanaticada no se puede someter a lo que dicen los enemigos del equipo en los medios de comunicación. El Cali es más que un partido ganado, perdido o empatado, es el último eslabón de decencia y cultura futbolística en nuestro país. La hinchada no lo puede ayudar romper, en cambio, debe fortalecerlo con pasión y apoyo irrestricto.

Todos unidos por el Cali.

Temas propuestos

1. ¿Qué hace cada uno de Uds. para que el Cali salga adelante? (Reflexión)
2. ¿Están convencidos que con dineros legales se podrían traer los refuerzos de "primer nivel" para los diferentes equipos del FPC?
3. ¿La cantera es la salvación contra los equipos con chequera ilimitada de dineros raros?


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PS1: GermánFRV está organizando una reunión el viernes 9 de enero en Cali con los miembros del blog que quieran participar activamente de proyectos en pro del equipo. Quedan pendientes algunos detalles que les serán informados en el transcurso del día.

PS2: El chatbox ha sido suspendido indefinidamente. Aquellos hinchas del Cali que deseen participar de la Cultura Alternativa pueden escribir un correo a obeliscus@gmail.com solicitando su ingreso como socios, previa aceptación del reglamento del blog que se encuentra en el sidebar. Varias invitaciones ya han sido enviadas.

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sábado, enero 03, 2009

Inicia la pretemporada para la Mustang I/2009

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Unos 32 grados en el medio día caleño. Pocos periodistas y ningún miembro del FRV para la llegada de Mariano Herrón y Sebastián Blázquez. Marco Antonio López, gerente general, y Jonathan Valencia, redactor de la página web del Cali, los representantes de la institución en el Bonilla Aragón. Al momento del arribo, el Gerente General ingresa a la sala, se presenta y le explica a los jugadores cuál es el procedimiento una vez salgan. Batalla los acompaña, pero la novedad eran ellos, el 10 del equipo se dirige directamente a la camioneta previo a algunos saludos mientras sus compañeros atienden a los medios de comunicación. Las declaraciones, las de siempre: hemos jugado en equipos grandes, venimos a triunfar... lo usual. Unas fotografías y salen directo a la Sede Campestre para los exámenes médicos.



El Profesor Hernández no perdonó. Los gauchos no tuvieron ningún descanso, salieron a entrenar con el resto del grupo. El Profesor Porfirio Maidana (preparador físico) hizo un entrenamiento fuerte. Trote alrededor de la cancha, sesión de estiramientos, ciclo aeróbico en el gimnasio, luego ejercicios de coordinación con y sin balón. Nada que la CAF no haya presenciado antes en términos de ejercicios. Lo particular fue el ambiente que rodeó el entrenamiento.



Como en ningún otro año en el cual la CAF ha acompañado en pretemporada, los socios asistieron en buen número a observar los entrenamientos. Se sentía la emoción de ver a los jugadores siendo comandados por un ídolo como José Eugenio Hernández. La actividad principal era distinguir desde la lejanía quienes eran los llamados por el técnico a iniciar la pretemporada. Por ejemplo, Luis Omar Valencia recibió la camiseta 17, Andrés Pérez la 5, Herrón entrenó con la nueve (Sergio Herrera no estaba presente), Ramírez se apropió del 1, Blázquez del 22, Villarreal el 16. Había varios niños atentos a sus jugadores favoritos, y aprovecharon para saludarlos: Córdoba, Zapata, Domínguez y Carrillo fueron los reconocidos por los jóvenes hinchas. El más carismático fue el Vallenato Carrillo, favorito de los chicos y con quien se tomaron varias fotos. Lamentablemente, después llegó uno de los socios en estado de embriaguez a tomarse una foto con Herrón, la grosería rampante hablándole con acento argentino y cantándole el "Dale Bo....ca, dale Bo....ca". Herrón se prestó inicialmente para la foto, después se cansó de la patanería del socio y siguió en su entrenamiento, manejando la situación diplomáticamente.



En pretemporadas pasadas se vivía una atmósfera mucho más festiva. Los jugadores tendían a hacer bromas, a reirse mucho y pasarla bien. Esta vez fue muy diferente, había camaradería pero cero joda. Cada uno haciendo su trabajo, la mayoría en silencio, siempre con la supervisión de los Profesores Hernández y Nunes. Las hipótesis: una, que el equipo esté golpeado anímicamente por la seguidilla de fracasos en los últimos 3 años, o dos, que hayan sentido la presencia y autoridad de José Hernández y apenas estén elaborando el duelo de perder todas las ventajas que tuvieron en otros procesos. Independientemente de las razones, el grupo de psicólogos tendrá que trabajar fuerte para que exista unidad en el equipo en los entrenamientos y que eso se note en la cancha. Igual, para eso está la pretemporada y esto sólo es el primer día.

Como particularidad en este inicio de pretemporada no hay jugadores en Departamento Médico o haciendo trabajos diferenciados. Tampoco se encuentra alguien más entrenando mientras busca equipo. Los que están son los que son. Los jugadores todos se ven en buena forma, se cuidaron en las vacaciones. Johny Vásquez, jugador reconocido por los socios, se encuentra en buena forma física, no está en sobrepeso. Loboa ha ido ganando en masa muscular y ya no es el más flaquito del grupo. Ese honor se lo cedió a Luis Omar Valencia. De los jugadores polémicos del torneo pasado continúan Diego Valdés, Sergio Herrera (ausente), Jaír Benítez y Járol Herrera. Las novedades, los refuerzos Andrés Pérez, Sebastián Blázquez, Mariano Herrón y Luis Omar Valencia. Elementos que intenta recuperar el Profesor Hernández: Anderson Paredes, Sergio Villarreal - muy concentrado en los entrenamientos - e Iván "Lobo" Loboa. Llama poderosamente la atención que Felipe "Pipe" Pardo no estuvo presente; su contrato con el Huila es hasta junio y el Cali piensa respetarlo.



Varias impresiones quedan después del primer día. El FRV podría hacer presencia en el aeropuerto para darle la bienvenida a los refuerzos, eso sería un excelente gesto. No sólo habrá que trabajar la parte táctica y física del plantel, no se observa empatía entre los jugadores - por lo menos en los entrenamientos - y lo psicológico será vital para la unidad de grupo. Y habrá que determinar cómo manejar la venta de bebidas alcohólicas al interior del Club para los socios, por lo menos cuando los jugadores estén entrenando.



Nota aparte, el Profesor Hernández está trabajando por cambiar la actitud de TODOS los trabajadores del equipo. Va a ser una labor dificilísima pero con seguridad va a conseguir su objetivo.

Temas propuestos

1. Inicio de pretemporada en el Deportivo Cali (jugadores, refuerzos, entrenamiento, etc.)


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PS: Por problemas de conexión en Cali sólo podré subir el album fotográfico hasta la tarde.

PS2: El chatbox ha sido suspendido indefinidamente.

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